1 de Octubre de 2024

Duda razonable

¿Quién rinde cuentas

en el Estado de México?

 

Ricardo Puig

 

La tragedia de Tultepec ha sido desde hace muchos años una recurrencia. La explosión del martes, una más, es una muestra de la incapacidad de los gobiernos para hacer el trabajo que se proponen hacer.

Frente a los accidentes, en 2003, el Estado de México creó el Instituto Mexiquense de la Pirotecnia, que depende de la Secretaría de Gobierno estatal.

Cito de varios documentos de la dependencia.

"El Instituto, preocupado por la integridad, salud y bienestar de la comunidad, se encarga de dar capacitación, innovación, asesoría jurídica y supervisiones en materia pirotécnica, a fin de evitar accidentes y siniestros ocasionados por su mal manejo.

"Misión: desarrollar la pirotecnia en el Estado de México, convirtiéndola de una actividad artesanal en una industria vigorosa, que opere con altos niveles de seguridad, mediante la actualización de su marco jurídico y su escrupulosa aplicación...

"Visión: formular, controlar y vigilar las medidas de seguridad que se deben observar en las actividades de fabricación, uso, venta, transporte, almacenamiento y exhibición de los artículos pirotécnicos, así como coordinar y promover acciones de capacitación, especialización y asistencia técnica a los artesanos y comerciantes de artículos pirotécnicos.

"Atribuciones: elaborar, aplicar y evaluar programas de atención integral para el sector pirotécnico, a fin de evitar siniestros y desastres por la fabricación, uso, venta, transporte, almacenamiento y exhibición de artículos pirotécnicos. Realizar visitas periódicas a los establecimientos que fabriquen, usen, vendan, transporten, almacenen y exhiban artículos pirotécnicos y sustancias para su elaboración, a efecto de verificar el cumplimiento de las condiciones de seguridad".

El instituto tiene un presupuesto más bien pequeño —16 millones de pesos— que se gasta la mayoría en sueldos, edita unos folletitos, da unos cursos, ya está. Nada de eso corresponde ni a las atribuciones, ni a la misión ni a nada.

Pero da para que el gobernador diga que lo tiene.

De repente, la realidad, necia como es, pues hace lo que hace el martes. ¿Y ahora? ¿Quién rinde cuentas?

 

Eso, sí. Mexicable hay. Ese luce harto.