JUAN MANUEL JIMÉNEZ GARCÍA
EL GREMIO TAXISTA
No podíamos entender la historia económica de nuestro municipio sin el aporte en este rubro por el gremio taxista, el crecimiento de la ciudad está relacionado con la actividad de este trabajo que ha sacado adelante a miles de familias y que gracias a la buena relación entre los conductores y usuarios, se construyó un vínculo de identidad.
Era todo un rito venir al centro de la ciudad y cuando se regresaba a la casa, esperar en los sitios señalados a que la unidad se llenara, era tiempo de respeto, porque en ese entonces ningún taxi se salía de la fila y subía pasaje que no fuera en los lugares escogidos por ellos mismos, vuelvo a mencionar eran tiempos que se tenía un respeto por las leyes y las personas.
Y llegó un momento que el servicio colectivo de taxis cobró auge, los concesionarios que en un principio se las vieron negras para sacar el negocio, tenían oportunidad de disfrutar los frutos de haber confiado en brindar este servicio en la ciudad, bien merecido, algunos dueños formaron una clase social diferente en Las Choapas.
No se podía imaginar uno, nuestro municipio sin taxis, para muchos de nosotros era una novedad cuando cambiaban de color, y hubo de todo, verdes, rojos, guindas, cafés, los taxis y los taxistas formaban parte del paisaje de la incipiente ciudad que empezaba a dar sus primeros pasos hasta convertirse en lo que es ahora.
Todo era bonanza en el gremio, ser taxista era un trabajo bien remunerado, inclusive hubo casos de personas que rechazaron una ficha en Pemex para ser taxista, se ganaba bien trabajando un solo turno, era un orgullo ser taxista.
Pero las cosas cambiaron y la ambición desmedida de algunos concesionarios, el otorgamiento sin control de parte del gobierno de estas mismas, ocasionaron que este oficio se fuera desvirtuando, hasta llegar ahora, donde se extraña a todos esos conductores que les teníamos confianza y que no era necesario acompañar a nuestros hijos a las escuelas porque se los encargamos a ellos.
Desde luego que estoy de acuerdo que el chofer de taxi tenga un salario digno, que con este pueda darle una mejor calidad de vida a su familia, es un derecho que le corresponde y que todos los usuarios tenemos la obligación de respetar.
También es justo decir que afortunadamente la mayoría de los conductores de taxis son amables y realizan esta actividad con suma responsabilidad, siempre pensando en los pasajeros, en brindar un mejor servicio y eso se agradece.
El hecho de que existan casi 800 taxis (hay que señalar que existen más de 800s, mas no concesiones que son cosas distintas, porque la mayoría circulan con permiso provisional) ha hecho que la oferta de conductores, es decir son tantas unidades que se necesitan choferes con experiencia y que al menos tengan los conocimientos básicos del reglamento de tránsito.
Pero al no existir conductores de este tipo, a los dueños de las unidades no les queda más remedio que contratar a personas que en su vida han manejado un auto de servicio público, y ahí es cuando vienen los problemas para este gremio, y que en los últimos años les ha dado dolores de cabeza.
Pero este tema es aparte, hoy solo quiero retomar el problema del aumento de la tarifa en la modalidad de colectivo, es bueno señalar que esta figura del colectivo no existe jurídicamente, que esto fue creado casi por usos y costumbres de cada localidad, y en su caso aquí en Las Choapas lo adoptamos con buenos resultados.
Hasta ahí todo va bien, lo que no se vale y quiero recalcar que no son todos los taxistas, es la forma y la manera de querer cobrar algo que no está autorizado, y en el caso del cobro que se dio en los primeros minutos de este año, fue de forma arbitraria de algunos conductores, donde inclusive pasajeros fueron bajados de la unidad al negarse a pagar los 10 pesos.
Los taxistas argumentan que ellos no son los culpables y tienen razón, pero deben saber que el ciudadano que usa este servicio tampoco la tiene, que ambas partes son víctimas de un mal gobierno, que sin medir las consecuencias incrementa los precios de un producto esencial para la economía del país como es la gasolina.
La bronca no con los taxistas, sino con algunos líderes que sienten que la virgen les habla, y se creen con el poder de decidir algo tan delicado y serio como es aumentar el pasaje en el servicio colectivo, sobre todo en este servicio que es usado por los que menos tienen, los que no pueden pagar una corrida especial.
No estamos en contra del aumento, sabemos que es necesario porque de lo contrario este gremio tendría una crisis que a todos afectaría, pero hay modos de decirle al usuario que las tarifas serán modificadas y no nada más porque se les da la gana, y sin previo aviso de la noche a la mañana aplican este aumento.
Sabemos que líderes de este gremio, en próximas días sostendrán una reunión con el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares para tratar este asunto, mientras tanto la tarifa que deben pagar solo es de 8 pesos, de lo contrario pueden ser acreedores a una sanción administrativa.
Para terminar, decir que no se trata de pelear entre nosotros, creo que esto se solucionará como en ocasiones anteriores, todo con respeto y en el marco de la ley, sin sacar ventaja de la situación en donde nos encontremos, porque como decía no puedo imaginar a mi querida Choapas sin el servicio de taxi colectivo.
