FIDEL VS YUNES LINARES
JUAN MANUEL JIMÉNEZ GARCÍA
Fidel Herrera Beltrán, ex gobernador del estado de Veracruz, se encontraba tranquilo como Cónsul de México en la ciudad Barcelona, en las mañanas atendía los asuntos de los ciudadanos en España, en las tardes salía a jugar golf o tomarse un buen vino francés en la calle más famosa de toda Cataluña; Las Ramblas.
Hasta ahí todo iba bien, en cierta manera aceptaba este tipo de autoexilio, quizás ya resignado a retirarse por completo de la actividad política, actividad que ha sido su pasión y que lo llevó a ser el mandamás de nuestro estado, es decir disfrutó de “la plenitud del pinche poder”, no solo los seis años de su mandato sino un poco más, hasta que su pupilo la empezó a cajetear, pero esa es otra historia.
Pero toda esta aparente calma se vio interrumpida por las declaraciones del gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, quien lo acusa de ser cómplice de suministrar medicamentos apócrifos a niños enfermos de cáncer y otras linduras más.
Pues fue como picarle la cresta al gallo, y en menos de lo que canta un gallo, anunció su dimisión del consulado para enfrentar estas acusaciones, o lo que es lo mismo, subirse al ring con el actual Gobernador del Estado, en la que parece que será la madre de todas las batallas habidas y por haber.
No sabemos si esta maniobra de Fidel Herrera Beltrán estaba dentro del presupuesto de Yunes Linares, y tampoco sabemos qué impacto puede tener en su administración, eso solo el tiempo lo dirá, lo cierto que Fidel ya se encuentra en territorio veracruzano con la espada desenvainada para lo que se ofrezca, por lo pronto sus seguidores, que aquí en el estado son muchos, pintaron algunas bardas dándole la bienvenida.
Miguel Ángel puede pagar caro haber implorado al mismísimo diablo (Fidel), porque si hay en estos momentos un personaje que sabe de la política veracruzana al derecho y al revés, es Herrera Beltrán, y si no habría que preguntarle a los oaxaqueños en las pasadas elecciones para gobernador, y donde el ex mandatario estatal operó en favor del candidato priista.
El tío Fidel no viene a defenderse de las acusaciones, es difícil que se le compruebe algún tipo de delito, sobre todo si tomamos en cuenta que el actual gobernador prometió encarcelar a los peces gordos y hasta el día de hoy ni un charal de la administración anterior ha pisado la cárcel, todo suena a campaña para el 2018.
Tanto Yunes Linares como Herrera Beltrán vienen a cobijar a sus cachorros, a realizar amarres, hacer negociaciones, acuerdos que le permitan allanar el terreno a sus hijos para la gubernatura de seis años, cada quien con su capital tanto económico como político, desde luego y aunque no lo quieran reconocer, ambos cuentan con aliados que pueden inclinar la balanza en el tiempo de la elección.
Fidel será una piedra en el zapato de Miguel Ángel, y si hay alguien en estos momentos que conoce el pasado del gobernador pues es él, Herrera Beltrán viene a hacer política, de la buena o la mala no sabemos, pero de que viene a eso, estamos seguros y la defensa de las acusaciones es solo pretexto para ponerse los guantes con el gobernador.
Y mire lo que son las cosas, Fidel viene a rescatar a todos esos huérfanos del priismo que quedaron desamparados después del triunfo de la Alianza PAN-PRD el pasado 5 de junio, porque después de la vapuleado en las urnas, existía un vacío de poder y falta de presencia del PRI en el estado.
Y si describiéramos a estos dos personajes con luchadores de la Triple “A”, pues los dos serían rudos, es decir que se van a dar con todo y en algunos casos no respetarán las reglas del combate, claro en vez de salto de la tercera cuerda y sillazos, aquí habrá puñaladas en la espalda y patadas debajo de la mesa.
Pero todo pinta para ser un lucha donde solo habrá un vencedor, algo seguro será que el pierda este duelo tendrá que olvidarse de la política por un buen rato, al menos por seis años, tiempo que dura un mandato de gobernador en Veracruz.
Fidel es de mecha corta y basta solo una mirada fea de Yunes Linares para entrarle al ruedo, a Herrera Beltrán lo subieron al ring y ahora solo queda pagar las consecuencias, como decía el chavo del 8, sin querer queriendo le dieron vida política otra vez y el Tío Fidel está de regreso, por lo pronto su arribo a territorio mexicano fue con una presencia de revancha.
Las condiciones están dadas para presenciar una disputa del poder en el estado, solo esperamos que sea solamente política, en las urnas, con argumentos sólidos, que esta guerra solo sea de ideas y propuestas, ambos políticos las tienen y deben de entender que otra crisis como la que están pasando millones de veracruzanos, no se debe repetir.
