LA VARITA MÁGICA SOMOS TODOS
Juan Alberto Aldana Santiago
La declaración en días pasados ante los medios informativos por parte del gobernador Miguel Ángel Yunes Linares de que no posee una varita mágica ante la grave problemática que padece nuestro estado Veracruz, en varias vertientes como gobierno para solucionar cada uno de estos problemas.
Reconociendo en palabra que estos problemas requieren sinceramente de soluciones inmediatas.
Pero en los hechos no lo aplica nuestro gobernador, dando como resultado que a dos meses de gestión de su gobierno, todo sigue igual.
En materia de seguridad no hay un proyecto policial de acuerdo a las necesidades prioritarias de nuestra realidad que padecemos de agravios a la sociedad por parte de la delincuencia.
La reactivación de los policías debe ser tema importante y urgente entre los presidentes municipales de los 212 municipios y el Jefe del Ejecutivo estatal.
La apertura, el consenso, la negociación, la sensibilidad debe prevalecer entre el Jefe del Ejecutivo estatal y el Legislativo tanto local, como el federal.
Para buscar conjuntamente soluciones inmediatas a corto, mediano y largo plazo para cada problema que aqueja nuestro deteriorado estado. Asimismo la tarea de los diputados locales es revisar, modificar, consensar, aprobar o rechazar las iniciativas del Ejecutivo estatal.
La tarea enorme de los senadores y diputados federales es de bajar los recursos federales para la entidad veracruzana y el bien colectivo social.
Pero ambos poderes tanto el Ejecutivo y el Legislativo deben olvidarse por el momento de su partidismo político y trabajar conjuntamente para encontrar soluciones a tanto problema que padece nuestro estado Veracruz.
El gobernador sólo ha privilegiado a ciertos personajes o grupos a que se integren a su gabinete como pago de factura post electoral, dejando sin oportunidad a personas con capacidad y honorabilidad para poder accesar a un puesto en la función pública.
La apertura, la inclusión, las ternas solo ha sido puro teatro, porque al final siempre ha impuesto a personas allegadas y tal vez las menos preparadas, sin experiencia o perfil que requiere un puesto en el gabinete estatal.
Cuando nuestra realidad requiere de hombres o mujeres con capacidades innatas para coadyuvar al buen ejercicio de gobierno.
Indudablemente tiene razón el gobernador que no tiene una varita mágica porque esta no existe, mucho menos debe hacer referencia de esta en forma imaginaria ante la seriedad de nuestros problemas que nos aquejan tanto al gobierno como a más de seis millones de ciudadanos veracruzanos.
Pero sí puede empezar a buscar en los diversos actores políticos y la sociedad su integración, su aportación para conjuntamente aterrizar las soluciones ante los graves problemas que hoy en día padecemos.