Juan Alberto Aldana Santiago
VERACRUZ, SANTUARIO DE MUERTE
Los últimos hechos donde dejaron 11 cuerpos ejecutados en una vagoneta Nissan Urban blanca en Boca del Río, más las fosas clandestinas encontradas en la ciudad de Minatitlán, las ejecuciones diarias a lo largo y ancho de los diversos municipios veracruzanos hablan de un estado imperante de terror, de barbarie humana.
Ante la inoperancia, el silencio omiso, cómplice de las autoridades quienes deben ser garantes de la seguridad, la paz, la tranquilidad del estado y de las familias veracruzanas. Cuando llegó la alternancia y fueron entronizados en el poder tomando el control de gobierno, exclamaron eufóricos, pero a casi 100 días de gobierno, de la alternancia, la realidad actual les dice: No nos hemos ido, cogobernamos conjuntamente con ustedes que hoy son gobierno y les agradecemos a aquellos que en el pasado nos abrieron las puertas del estado para establecernos permanentemente e indefinidamente.
Los 212 municipios son nuestro santuarios de muerte, son nuestro reino de terror, de barbarie, nuestros emisarios de muerte son los sicarios que su lenguaje son balas de muerte, ejecuciones, levantones, los robos, el caos generado es nuestro sello de la bestia, que cobra a precio de sangre su cuota de su pacto de poder. Los camposantos y las tumbas clandestinas son mudos testigos de nuestra presencia, de nuestra esencia que el gobierno niega pero que es tan real porque se palpa en las calles, en el ambiente es nuestro olor a muerte, nuestra visión dejada es de pánico, de terror en las miles de familias veracruzanas.
Es importante decir que esto no sería posible sin el apoyo de los políticos, de los gobernantes corruptos, de su policía infiltrada por nuestros múltiples tentáculos que permean, que viven en las diversas estructuras de las instituciones públicas, pero lo más importantes es que actuamos con total impunidad. Hemos crecido, nos hemos fortalecido, es por ello que hoy y siempre desafiaremos a las autoridades y defenderemos nuestros territorios que pagamos con millones de dólares para sus campañas políticas para que ustedes llegaran al poder. A ese poder del cual también nos pertenece porque somos parte de ustedes. Nada ha cambiado, ustedes lo saben, solo cambiaron el orden de los factores pero nunca el producto, la esencia es la misma, los hechos confirman lo siguiente: Veracruz es santuario de muerte.
