José Luis Pérez Cruz
El ex “reyezuelo” del Itesco
Poco a poco la nueva administración del Itesco parece decidida a limpiar la cloaca en que tenía convertida Ricardo Orozco Alor a la institución educativa.
Sin prisa pero a paso firme, a pesar de la apuesta a la confrontación que realiza el sindicato, María Inés Núñez Monreal intenta antes que nada convertirlo en un verdadero tecnológico y no en una oficina de intereses económicos y políticos como funcionó por más de una década.
Era importante realizar un diagnóstico tanto en el orden financiero como académico.
Un análisis que por supuesto está arrojando actos administrativos ilegales, como por ejemplo la asignación de plazas a maestros que no tenían el perfil académico para estar frente al alumnado.
El “todo poderoso” Ricardo Orozco Alor aún sin contar con título representativo dentro de la institución, controlaba la dirección, la parte administrativa y el sindicato.
Luego de su derrota como candidato a diputado local en el distrito de Minatitlán y tras la victoria del PAN y PRD en la gubernatura de Veracruz, Orozco Alor sabía que vivía sus últimos días de control absoluto en el Itesco.
Ahí nada se movía, si él no daba la orden.
Una omnipresencia que asustaba a un sector del magisterio y de empleados administrativos, algunos de los cuales, por cierto, ni se paraban en la institución, su trabajo estaba en el rancho que posee Ricardo en la zona rural minatitleca.
Trabajando ahí justificaban el salario que se pagaba con recursos públicos para la educación.
Octubre y noviembre de 2016, le sirvieron a Orozco Alor y sus esbirros para preparar los choques necesarios para intentar desestabilizar a la nueva dirección que sabían que pronto llegaría.
Entregó plazas de empleo a todos los que quiso, incluso sin que el Itesco necesitara personal.
La marranada llegó hasta el punto de reasignar al personal de intendencia a otras labores para que no hubiera quien realizara la limpieza para la nueva administración.
DIRECCIÓN CONVERTIDA EN BODEGA
La oficina de la dirección fue convertida en bodega. Está inservible, es por eso que hoy, Núñez Monreal despacha en un espacio adjunto, en un área de oficinas donde extrañamente el sindicato tenía un área disponible.
Guardando las debidas proporciones, es como si junto a la oficina de José Antonio González Anaya en la Torre de Pemex, estuviera a su lado la de Carlos Romero Deschamps.
Aquí en el Itesco la oficina del sindicato servía como dique al director en tiempos de Orozco Alor y los que le siguieron.
Cualquier trabajador que deseara dialogar con él, tendría primero que justificar claramente con los líderes gremiales el hecho. Aunque también servía para atenderlos ante las notables ausencias que tenía Ricardo en la institución por su “vocación” de hacer política.
El desaseo académico llegó incluso hasta la certificación de títulos académicos que bajo presión algunos empleados administrativos daban “luz verde”. Una abogada le renunció por el hecho y por las intenciones poco sanas del entonces director.
Hay una historia por revelar ahí.
LOS MILLONARIOS CONVENIOS
Sobre la pasada administración se mueven varias auditorías tanto por el uso de recursos federales como estatales.
Poco o nada podrán hacer en estos rubros, ya que el verdadero negocio estaba en los dineros que recibía el Itesco por firmar convenios de colaboración de Excelencia Tecnológica y Académica con Pemex Gas y Petroquímica Básica, documentos que se signaban desde 2004 y en donde había depósitos millonarios, como por ejemplo uno de 6 millones 787 mil pesos bajo la nomenclatura, Convenio Específico: 5400019770.
Y de estos hubo varios.
Aún falta por saber a fondo las cuentas de los gastos que realizó Ricardo en compra de publicidad para promocionar su imagen.
Ayer los miembros del sindicato de Itesco volvieron hacerle “el feo” a María Inés en la presentación de la nueva plantilla de personal académico.
Molestos por la eliminación de las basificaciones ilegales, ni se presentaron.
Ya vendrán más revueltas del sindicato quien vive sus últimos días de holgazanería y de beneficios económicos del ex “reyezuelo” Ricardo Orozco.
AL OÍDO
En política, México debería ser el Macondo de Gabriel García Márquez.
Aquí se vive un realismo mágico inusitado.
Partidos, candidatos, asociaciones civiles que sin rubor alguno adoptan el travestismo ideológico según sus intereses.
De esto, todos los días surgen nuevos ejemplos.
Ayer la dirigencia nacional del PRD presentaba a Telma Guajardo, comadre de Humberto Moreira, como candidata a la Gubernatura de Coahuila.
Alejandra Barrales, dirigente nacional del PRD, “reconoció el parentesco entre su candidata y el ex Gobernador de Coahuila, detenido en España en 2016, aseguró que ella separará la parte personal para luchar por restarle votos al PRI”.
Así las cosas.
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