30 de Septiembre de 2024

Revelaciones

ZEE ¿Y el agua de la gente?

Margarito Escudero Luis

 

La implementación de las Zonas Económicas Especiales (ZEE) no sólo abarca la creación de “miles de empleos” y beneficios hacendarios para los empresarios que lleguen a invertir ahí, ni se trata solamente de mover mercancía de extremo a extremo del Istmo.

Se trata del uso de todos los recursos de la zona para explotarlos a conveniencia de los inversionistas para lograr eso que el modelo neoliberal llama “progreso”.

Recordemos que entre la infinidad de recursos con que cuenta el sur de Veracruz y todo el Istmo de Tehuantepec, incluye la riqueza hídrica, agua por la que estamos pelando en Coatzacoalcos y toda la zona.

En este caso existe la llamada región Hídrica número 29 que integra al Consejo de Cuenca del río Coatzacoalcos y enmarca también la falta de acceso a servicios básicos relacionados con los recursos hídricos, en particular agua potable y saneamiento, y que se ha definido en varios foros como una de las principales expresiones de la pobreza.

No se debe perder de vista que la distribución y disponibilidad del recurso hídrico es un tema que requiere un análisis profundo, ya que la superación de la pobreza y abatimiento de rezagos históricos en esta región focal del Corredor Interoceánico Salina Cruz-Coatzacoalcos – el eje central de la Zona Económica Especial (ZEE) – incrementará la demanda de agua tanto en cantidad como en calidad.

Con respecto a la ZEE última, el agua adquiere otro valor estratégico, tanto como las reservas de crudo y gas que hay en esta zona al sur de Veracruz, de acuerdo al acueducto Uxpanapa-La Cangrejera que distribuye de agua a 23 complejos petroquímicos con 20 M3/s.

La cantidad de agua que recibimos en la zona sur, depende del macizo montañoso Oaxaca-Veracruz para el nacimiento de la cuenca aguas arriba y la otra se refiere al agua contaminada en la cuenca media y baja del río Coatzacoalcos, lo que es un problema importante, sobre todo por el vertido de aguas residuales urbanas e industriales no tratadas.

En la cuenca del río Coatzacoalcos no se conoce el nivel de contaminación de los ríos y se conceden inversiones cuantiosas en proyectos de muy largo plazo con la entrada en vigor de la ZEE.

Por otro lado, el agua, elemento central para la seguridad y supervivencia de las sociedades, ha sido un motor de transformaciones fundamentales en esta región hídrica del país.

El papel del agua como factor de desarrollo en la industria ha sido ascendente, pero no así para el desarrollo humano, organización social con más de un millón de habitantes repartidos en 21 municipios con una presencia de hablantes de lenguas indígenas que superan a los 100 mil, comprendidos en la región Olmeca del Estado de Veracruz, grave omisión de la estrategia de planeación federal al no referirse a la población indígena en ningún capítulo de la ZEE, población indígena que tiene que ser enmarcada en el Derecho a la Consulta de acuerdo con el artículo 6odel Convenio No. 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Como ya se mencionó, la ZEE habla también de la contribución social como elemento central en la lucha contra la pobreza, ya que la mejoría de los niveles de bienestar, incluida la salud, se asocia con la ZEE.

El recurso agua debe ser elemento central en la planeación regional, especialmente cuando la cuenca hidrográfica es el elemento ecológico más utilizado en ordenamientos territoriales, porque se ha comenzado a proponer el enfoque sistémico como una alternativa para solucionar problemas de desarrollo urbano en el ámbito municipal, donde lo rural y lo urbano se consideren un todo integrado.

Este enfoque podría equipararse a la planeación del desarrollo regional, ya que ésta también necesita un ordenamiento del espacio para un mejor aprovechamiento de los recursos naturales, así como una distribución equitativa de las actividades productivas desde lo local.

 

Al parecer el tema agua no ha sido tratado con la seriedad que requiere y con el respeto que merecen las comunidades que dependemos de los recursos hídricos de la región y que en últimas fechas se está ventilando como una mercancía más que, desde el punto de vista del gobierno neoliberal, debe ser privatizada.