30 de Septiembre de 2024

Rompeolas

Flavino también debe devolver lo robado

Jorge Cáceres

Ayer, todos nos despertamos con las titulares en los periódicos que el ex gobernador interino de Veracruz, el priista Flavino Ríos, había sido ingresado al penal de Pacho Viejo por su presunta participación en el escape de Javier Duarte de Ochoa.

Tras la detención, el juez le dictó a Ríos Alvarado prisión preventiva por un año debido a los delitos que se le imputan: tráfico de influencias, abuso de autoridad y encubrimiento. El notario público -oriundo de Minatitlán- pasó ayer su primera noche tras las rejas del penal Pacho Viejo, donde también se encuentra Arturo Bermúdez, ex secretario de Seguridad Pública.

Sin duda, este es un golpe certero y mediático que asesta el gobierno de Yunes Linares dentro el agudo contexto social de crisis económica y de sus pobres resultados en obras, así como en materia de seguridad pública, que arrastran consigo los panistas y perredistas.

El encarcelamiento de Ríos Alvarado pareciera borrar de un solo golpe las estadísticas negativas, el saldo rojo que arrastra Yunes Linares con los focos de inseguridad que se han disparado en diversos puntos de la geografía veracruzana. Incluso, los analistas afirman que la delincuencia ha repuntado a comparación de la anterior administración estatal de Javier Duarte.

Por eso es tan importante la detención del priista minatitleco; estamos hablando que se trata de un ex Gobernador Interino y de alguien que estuvo muy cercano a Javier Duarte.

El arresto ocurre también horas antes cuando el gobernador Yunes Linares presidiría una supuesta reunión del Grupo Coordinación Veracruz en Minatitlán, que es precisamente la tierra de Flavino Ríos; sin duda, el hecho que el mandatario estatal venga al sur justo el día del arresto obviamente es más que una coincidencia: nos demuestra que Yunes Linares no solo está dispuesto a hacer cumplir la Ley, sino que además tiene un ferviente y obsesivo deseo de venganza con todo aquello que tenga que ver con su antecesor.

Es un golpe maestro también porque el panista está en las vísperas de sus primeros 100 días de Gobierno y, como lo mencionamos anteriormente, todavía no hay mucho que festejar en relación a resultados económicos, obras, infraestructura así como en estrategia de seguridad. Sin embargo, la nota de hoy en portadas generará muchos likes en las redes sociales. Bien, sí es visto así… de esa manera.

Sin embargo, para aquellos que están sumergidos en los medios sabíamos que todo iba a ser así, al menos en los próximos dos años. Un gobierno de likes. Veracruz está inmerso en una de las peores crisis económicas que no tendrá salida si no más que a largo plazo. Y aún no se ve claro el horizonte.

Por esta misma debacle financiera, cuestiono lo siguiente: ¿qué va a pasar con todo lo robado? Me refiero a los desfalcos que se han registrado en la Secretaría de Educación de Veracruz.

Recordemos que Flavino Ríos Alvarado, quien estuvo al frente de la SEV, tanto el Órgano de Fiscalización Superior (Orfis) como la Auditoría Superior de la Federación (ASF) se le ha señalado de uso indebido en los recursos públicos cuando ejerció como Secretario de Educación en Veracruz. También las autoridades le fincaron que deberá aclarar porqué aparecían como responsables de cuentas bancarias de la SEV, los priistas Adolfo Mota y Edgar Espinoso.

Cuando Ríos Alvarado estuvo en la SEV, los órganos fiscalizadores contabilizaron un gran número de observaciones que superan los 8 mil millones de pesos y con daño patrimonial por 7 millones.

Así pues, sabemos que al minatitleco le están procesando por su presunta participación por el escape, por la fuga de Javier Duarte, pero ¿qué ocurre con los demás procesos pendientes que tiene por el mal manejo de las finanzas en la SEV?

Y si nos vamos más a fondo, también Flavino Ríos tiene corresponsabilidades penales cuando fue Secretario de Gobierno en la administración de Fidel Herrera debido al turbio proceso de enajenación en bienes de la reserva territorial de Coatzacoalcos.

Es necesario pues, recuperar los fondos económicos que han sufrido los veracruzanos a través de los desfalcos. Se han vertido muchas cifras del tamaño del quebranto en la SEV, tanto del Orfis como de la ASF.

Ha sido una danza de números que realmente confunde a los lectores y que solo una cosa nos queda clara a los veracruzanos: se cometieron irregularidades y hubo una pésima administración de los recursos públicos.

Sin duda Flavino Ríos merece la cárcel. Pero también que el ex funcionario responda a los otros delitos por desvío de recursos que se le ha señalado. Que devuelva lo robado. Veracruz así lo requiere.