Martín Vázquez Cabrera
‘LOS TIEMPOS ESCRITOS DE AMADEO GONZÁLEZ CABALLERO’
EL NOMBRE Y EL APELLIDO siguen conmoviendo al personaje de personajes que fue y seguirá siendo por mucho tiempo, punto de partida del mundo politiquero porteño. El del ineludible “cacique” de los años 60… Amadeo González Caballero; ritual de enconos politiqueros, alusión al abuso del poder omnipotente.
QUIÉN PODRÍA SER como este personaje que dejó impreso su nombre a ras de tierra en un lugar indómito y a la vez estratégico para el despunte de la petroquímica, quien podría igualarle en sus formas más ortodoxas para “domar” a un altamente politizado puerto que se sublevaba en diferentes frentes sobre todo. En el estudiantil. González Caballero era precisamente el punto de referencia del cacique, líder. Mesías que desencadenó diversas tragedias, pero le otorgó a Coatzacoalcos un respeto en su inmediato porvenir. QUIENES LO TRATARON como subordinados o simplemente colaboradores, aseguran que era un hombre de principios. UN HOMBRE de lealtades, el hombre clásico fuerte que emergía en una ciudad bronca y llena de tantas demandas, que tenía enfrente un enorme proyecto industrial; y de ahí esa mano fuerte. LA MANO DE un ganadero-político que vivió con temeridad esa naciente modernidad porteña…
DA PARA MÁS seguir hablando del amadeismo ido; da para profundizar el porqué, Amadeo González Caballero dejó tanto en el subconsciente de los antiguos hombres y mujeres de ese Puerto México añorado. Y ES QUE cada vez que se habla de renovar la presidencia municipal del puerto, emerge (a veces) la figura de este hombre que bajo todas las críticas amargas que se le puedan endosar fue un símbolo de resistencia en contra de poderes externos que intentaron filtrarse para venir a entronizarse en la vida política y alterar el mismísimo control local. AMADEO GONZÁLEZ CABALLERO siempre estuvo ahí para evitarlo. La cruenta historia de su paso por la vida social y política del puerto solo dan rienda en la memoria cada vez más perdida de los que la vivieron intensamente. ES LO QUE HOY no encuentra la vida política de este Coatzacoalcos de todas las infamias. Su esencia de existir, su coexistencia para repeler todos los embates que le llegan como maldición gitana desde el exterior o bajo los intentos de caciquismo rancios que no conducen más que a odios entre el mismo pueblo coatzacoalquence.
LAS FUNESTAS CORRIENTES políticas que se maquillan en los diferentes partidos actuales para ir a la búsqueda ansiosa y ansiada del voto popular para llegar al edificio de Ignacio de la Llave y Zaragoza el 4 de junio nos permite ver el grado de “intoxicación” al cual se ha llegado para retener o conquistar una de las plazas más estratégicas para Veracruz. SOLO HAY QUE ASOMARSE como llegaron a la postulación mediante grandes traiciones. Indignas actitudes y vileza entre la vileza para acomodarse en la más ruin de las actitudes del hombre. ¡LA DESLEALTAD! Grave el asunto, porque de esta habrá de emanar y reflectar el gobierno futuro a cuatro años llenos de excremento verborreico y falsario. NADA NI NADIE puede aducir que no se dice verdad en estas líneas. ¿Para qué pelean con tanto denuedo un poder municipal que les queda chico? ¿Para qué ofertan (y con qué nivel) la dirección de un municipio que les exige tanto y que no pueden responderle al nivel que su sociedad ya requiere? ¿De dónde vienen?, y también; ¿con quiénes vienen a desgobernarnos?
“HAY QUE MIRARLES las manos y los pies” decía Amadeo González Caballero, “antes de que entren a tu casa. No se vayan hasta chingar los tapetes”. BAJO LA CRÍTICA PROFUNDA y directa es lo que se quiere para una ciudad de las proporciones como Coatzacoalcos. Una vertiente de seguridad en sus autoridades, porque no se debe inducir al abordaje de un municipio de las dimensiones del puerto a pelafustanes de baja ralea disfrazados de políticos de altos vuelos, de servidores públicos con amplias trayectorias capaces de desaparecer el presupuesto porteño en meses. ACOMPAÑADOS DE UNA GAVILLA de vividores disfrazados también como ediles (regidores) que exhiben sus miserias con el ruin comportamiento de sus vidas privadas, y con sus oprobiosas formas de venderse al mejor postor sin sentir ninguna vergüenza bajo estampa de su firma para calmarles el hambre y su lujuria decadente. ESE ES EL ESPEJO DEL MAL donde se asoman estos espectros que irán a desfilar por las colonias prometiendo lo que no cumplirán…PROMETIENDO lo que no tienen. Solo procurando salvar su endémica y siniestra vida parasitaria.
LOS PORTEÑOS DEBERÁN APUNTALAR a lo menos decadente que surja de los perfiles politiqueros de esas otras atrocidades denominadas “alianzas”. LOS PRIMEROS EN SENTIR el desprecio del Coatzacoalquence de a pie, son los que ya no se pueden reivindicar con su pasado inmediato. SON LOS SEÑALADOS hartamente por haber participado como los otroras señores de “horca y cuchillo” en un nauseabundo intento de caciquismo perpetuo que tuvo su más amarga derrota en la primavera pasada. EL ALICIENTE MÁS esperado es que surjan otros rostros más amables que les impidan ganar a este tipo de “gavilleros” y finísimas personas que les acompañan. Rebelión en el subsuelo escribía el periodista y escritor porteño Rubén Salazar Mallen.
POSDATA: “Si el espíritu del príncipe se exaltare contra ti, no dejes tu lugar; porque la lenidad hará cesar grandes ofensas. HAY UN MAL que debajo del sol he visto, a manera de error emanado del príncipe. La necedad está colocada en grandes alturas, y los ricos están sentados en lugar bajo. Vi siervos en caballos, y príncipes que andaban como siervos sobre la tierra. EL QUE HICIERE el hoyo caerá en él, y el que aportillare el vallado, le morderá la serpiente”. (Eclesiastés 11; Sabiduría y necedad).