La supuesta voluntad popular
Margarito Escudero Luis
Debemos rescatar lo importante que deja el reciente proceso electoral en los ejidos y congregaciones de Coatzacoalcos; lecciones para la gente, que ojalá quiera ver su realidad desde otra perspectiva.
Hay muchas formas de ver cómo se comporta la voluntad popular, a veces es tan predecible, que los lobos electorales pueden planificar la forma de adelantarse y ganar ventaja.
Así que, mientras aquellos que creen que pueden cambiar las cosas, mejorar la situación de la sociedad y continúen haciendo las cosas como siempre, pues siempre obtendrán los mismos resultados.
Si siguen jugando el mismo juego de siempre, quienes están encumbrados, seguirán ahí y los demás seguirán siendo la comparsa.
Pero no ven más allá, suponen que la gente saldrá a votar copiosamente, porque hicieron una campaña “profunda y con la gente”, tanto que hasta antes de que se lleve a cabo la votación, ya se sienten ganadores.
Luego la realidad les pega tan duro, que ni siquiera alcanzan a entender que fue lo que pasó.
Así sucedió en villa Allende y Mundo Nuevo, donde algunos candidatos sondearon el ánimo de la gente, recibieron apoyo “moral” y todas las quejas posibles, lo que les permitió saber que el pueblo está harto de lo mismo.
LO MISMO DE SIEMPRE
Pero la única alternativa que ofrecieron fue su propia persona, con un discurso similar al escuchado siempre, usaron las mismas técnicas y tácticas de siempre; es decir, jugaron el mismo juego, le hicieron el caldo gordo a los que ganan siempre.
Pero la elección deja una lectura importante. Con el cuento de que la democracia se basa en la mayoría, entonces gana el que más votos obtenga, pero eso NO SIGNIFICA QUE HAYA ALCANZADO LA MAYORÍA y en eso no se han fijado.
Sólo esperan alcanzar el mayor número de votos posibles, porque así lo marca la ley, sin importarles realmente llegar a la autentica mayoría.
Baste con observar los resultados de la elección en Mundo Nuevo, donde la autoridad electoral reconocerá el triunfo de Mayra Gutiérrez por el simple hecho de haber obtenido unos cuantos votos más que su más cercano competidor.
Mayra gana porque 811 personas votaron por ella, sólo esos; por Cuauhtémoc López Bante votaron 804 personas y nos quedamos con esos candidatos, para observar que en total salieron a votar 3 mil 185 personas; o sea que, entre los dos principales contendientes, apenas si rebasan la mitad del total de los votos emitidos.
Ahora bien, si votaron 3 mil 185 ciudadanos de Mundo Nuevo y de esa cantidad solamente 811 votos fueron para Mayra Gutiérrez, quiere decir que 2 mil 374 ciudadanos consideraron que Mayra no es opción para Mundo Nuevo.
Lo mismo puede decirse de Cuauhtémoc López Bante y del resto de los candidatos, que fueron muchos.
CAMBIAR LAS REGLAS
A esto debemos agregar que otros 3 mil 100 ciudadanos decidieron abstenerse de votar, o sea que hablar de mayoría es imposible.
Entonces hay un error en la reglamentación electoral. Con estos resultados, la elección debería ser nula, realizar una segunda vuelta ya sin los candidatos cuya votación fue más baja que los presuntos punteros y trabajar más para convencer a los que no votan, sobre la importancia de salir a escoger un buen ciudadano que lleve las riendas de la comunidad.
La otra parte desalentadora de este tema, es que nadie busca la forma de enterarse, de prepararse como ciudadano para poder elegir a autoridades; siempre se dejan embaucar, engañar y luego, cuando legalmente no hay nada que hacer, sólo les queda el estúpido consuelo de las quejas.
Y así es en todos lados de este país.