30 de Septiembre de 2024

EL CANDELABRO

Juan Alberto Aldana Santiago

EL ORO BLANCO

Oro blanco es la definición que se le da al polietileno por su valor en el mercado actual. Este se produce derivado del etileno bajo un proceso industrial y se obtiene un producto que se denomina PEAD, que es Polietileno de Alta densidad y que ocupa para elaborar película termocontraíble, bolsas industriales, film para Agro, bolsas de uso general, cables y forros eléctricos.

También existe el PEBD, que es polietileno de baja densidad y que sirve para producir lo siguiente: Caños, envases soplados, botellas, bidones, contenedores industriales, cajones y bolsas de supermercado.

Estos productos que se obtienen son de gran valor por su gran demanda en el mercado comercial.

Es por ello que los petroleros que amamos a nuestra empresa Petróleos Mexicanos, no alcanzamos a comprender los motivos injustificados del gobierno federal al dejar de invertir en los tres trenes de polietileno del Complejo Petroquímico La Cangrejera que requieren una inversión de más de 50 millones de pesos o tal vez un poco menos, pero en ese rango se necesita para empezar a hacer funcionar de forma operativa correcta la línea del tren para hacer productiva la línea del etileno y la cual fue diseñada para ser autosustentable y rentable económicamente.

La empresa Petróleos Mexicanos nos demanda ser competitivos, pero no lo podemos ser si la materia principal que es el etileno se le envía mayoritariamente a la empresa Braskem, y a Cangrejera sólo se le deja un porcentaje bajo de referida materia prima para la elaboración del llamado Oro Blanco.

El gobierno no puede llamar incosteable o nada atractivo la producción del polietileno si incongruentemente apoya a Braskem dotándolo de la materia prima a precio preferencial casi regalado y deja morir a la Cangrejera que es sostén de muchas familias petroleras.

Esto nos hace pensar que la estrategia del gobierno federal es quebrar a Pemex para vender las plantas que son productivas a la iniciativa privada como chatarra, muy por debajo de su precio y alcance real.

Mientras el Gobierno Federal apoya la inversión privada y las ganancias obtenidas son para pocas manos manchadas de traición, corrupción e impunidad, condena a la desaparición de lo que fue el emporio más grande de América Latina, a sus trabajadores petroleros y sus familias les quita el derecho sagrado de tener un empleo que les permita llevar el pan de cada día.

El Oro Blanco es bendición de riqueza para pocos y maldición para muchos trabajadores petroleros.