30 de Septiembre de 2024

En esta esquina

Con “M” de…

 

Daniela Herrerías

 

 

De México, de Mujer, de Muerte… Ningún refrán popular ni pensamiento científico ha podido contener la barbarie, el horror, el desastre que ocurre en este país con el sexo femenino.

Los medios han minimizado la condición y la violencia en la que mujeres de todas las edades sufren. Desde la concepción, si la mujer puede abortar o no, si es un crimen, si es su cuerpo, si no lo es, si es producto de una violación, si se le practica un mal legrado y muere desangrada, si muere al dar a luz afuera de una clínica porque no tiene Seguro Social, Seguro Popular o cualquier otro sistema que le permita acceder a la salud.

En la infancia, si logra entrar en un sistema educativo, si es morena, si es bonita, si es fea, si es gorda, si es chaparra, si es “marimacha”, si es creída, si ya tiene novio, si todo eso y más, antes de salir de la primaria, si ya fue abusada por alguien en la escuela, si ya fue abusada por algún familiar, por su propio padre, padrastro, por su abuelo, por un vecino, si denunciaron para hacer justicia y resultó peor. Si fue raptada por alguien de su familia, si fue asesinada por niños jugando, si ha sido señalada por no tener padre, si trabaja para mantener a sus padres, o peor, si trabaja como esclava.

En la adolescencia, si ha logrado llegar a esa edad. Sin tener hijos, sin haber sido violada por compañeros de su escuela, si pertenece a alguna tribu urbana, si es mujer de alguien, si no cuida a sus hermanos, si ha tenido que dejar la escuela para trabajar vendiendo productos o su cuerpo, si no ha desaparecido, si no ha sido encontrada en una bolsa de basura, en una maleta, si no ha aparecido en los medios denunciada, contando su historia, víctima de ciber bullying, y si después de todo eso, logra llegar a la edad adulta…Tendrá que decidir qué historia vivir para conseguir un trabajo, para no ser despedida por quedar embarazada, para regresar corriendo a su casa por la noche para no ser golpeada o abusada en un bar, para no ser comprada o engañada por un proxeneta, en la lucha libre, la historia de la mujer en el ring, no es diferente. La figura de la luchadora se divide en dos: La “sabrosa, guapa, descarada, que se sabe bella y puede volver loco a cualquiera” y la otra, la dejada, la abusada, la que no merece nada, la que es burla por su cuerpo, la que no consigue buenas luchas por su apariencia, porque ha dejado “de vender”, es un objeto.

No se necesita celebrar el Día de la Mujer, el Día de la Madre, no se necesitan casos como el de Valeria, el de Itzel, la de Levy, la de Dafne, todas, todas esas historias violentas, asesinas, despiadadas en las que ser mujer no es un pecado, es un peligro.

Y las cosas se ven tan oscuras, tan legitimadas por los medios que han dejado que toda esa violencia exista como si fuera normal, y no, eso no es normal.

Nos vemos en la siguiente conversación desde esta esquina, en la otra, está su opinión. Subámonos al ring de las redes.

@daniherrerias