Unas vacaciones raras
Margarito Escudero Luis
¡Se acabaron las vacaciones! Un raro periodo de descanso que no fue como muchos se imaginaron, pues en la mente de todos, el sol, la playa y todo lo demás estuvo presente, pero la naturaleza tenía otros planes y recibió las vacaciones con un ‘nortazo’ que hizo a muchos cambiar sus planes.
Las enfermedades presentes ante el cambio brusco del clima, y no solamente las que afectan las vías respiratorias, sino las gastrointestinales también causaron estragos.
Finalmente el objetivo se cumplió, miles de vacacionistas acudieron a la playa, a pesar de las malas condiciones climáticas, aunque la zona familiar no estuvo tan concurrida como en otros años, la parte dedicada a Sodoma y Gomorra estuvo a reventar.
Espectáculos bastante grotescos a plena luz del día se ofrecieron en los stands de venta de cervezas, mujeres se desnudaron mostrando sus miserias, mientras ríos de alcohol corrían, en medio del pretexto vacacional y la playa.
Cosas que antes se veían en horarios nocturnos, ahora, de plano, a plena luz del día, cuando se supone que familias enteras acuden a divertirse sanamente a la playa.
Ahí las autoridades tienen mucho que ver, puesto que espectáculos de desnudismo están controlados por la ley.
No es que se ofendan las mentes conservadoras, puritanas o santurronas, es que hay leyes que se violaron y se ofendió a la moral pública, como muchas veces anuncia en sus boletines el Mando Único cuando agarran a un borrachín orinando en la vía pública.
Entonces, si los guardianes del orden son tan estrictos con un sujeto ebrio que le ganaron las ganas, no vieron o no quisieron ver como se emborrachaban en la playa hasta desnudarse a la vista de todos.
LA LUCHA DE COFISUR
Pedro Martínez Escudero sigue dando la batalla para salvar lo que queda de Cofisur, ya que a pesar de que la justicia Federal ha ordenado que se le restituya todos los bienes incautados, ya que no se pudo configurar el delito de fraude, esto aún no ocurre.
Entonces, ya existe un mandato federal, lo que debemos entender como la última instancia y las autoridades locales deberían obedecer de inmediato, pero…
Hay grandes intereses que están impidiendo que la justicia se ejerza, y puede apreciarse ante el hecho de que Martínez Escudero mandó colocar un gran anuncio al lado del edificio que ocupaba Cofisur, ubicado en la avenida Revolución, en el que avisaba a sus clientes sobre la situación del caso, pero luego de dos días, manos desconocidas retiraron la lona, impidiendo que más gente se enterara de la situación.
Mientras los ahorradores buscan la forma de recuperar su dinero, los más interesados en que el asunto Cofisur se empantane más, son sus grandes deudores.
Así debe ser la deuda que se aprovechan de la situación para no pagar y evitarán que la justicia se haga para quedarse con el dinero de los ahorradores.
Aquí es donde veremos si la ley es pareja o se aplica sólo cuando a los poderosos les conviene y se puede violentar cuando a ellos mismos les convenga.
POCAS DEMANDAS
Es importante destacar que solamente el 20 por ciento de los ahorradores de Cofisur demandaron penalmente, o sea que la gran mayoría prefirió esperar a ver el rumbo que tomaran los acontecimientos, y ahora ante las resoluciones federales, la posibilidad de recuperar su dinero es más real.
Martínez Escudero está trabajando para apoyar primero a quienes creyeron en él y no demandaron, quienes tienen su demanda ante las autoridades, deberán esperar un poco más, pero a todos se les atenderá.
Mientras tanto, falta por ver cómo se resolverá este dilema, porque no sólo se catearon las propiedades de Cofisur, sino que en la mayoría de los casos, las oficinas fueron saqueadas, se llevaron hasta los trapeadores, entonces la pregunta es : ¿cómo hará la autoridad para cumplir con la orden federal de devolver todo a sus dueños?
Y ahí, no solamente se trata de los muebles, ni las computadoras en sí, sino de los datos y documentos almacenados y los papeles cobrables que seguramente desaparecieron ante el saqueo a que sometieron a la empresa.
La ley es la ley, pero los del billete son más cabrones.
