El alcalde de Coatzacoalcos, Joaquín Caballero Rosiñol, anunció el día de ayer que ha solicitado al Congreso un incremento en el presupuesto para este municipio entre un 10 y un 15 por ciento adicional, al equivalente al que se ejerce en el presente año. Es decir, que se espera de concederse el aumento, que don Víctor Carranza esté ejerciendo un cantidad superior a los 1 mil 200 millones de pesos para el año 2018, lo que ubica a este Ayuntamiento como uno de los tres primeros con más asignación presupuestal en todo el Estado.
Por cierto, también otro de los temas que abordó el alcalde porteño, es lo relacionado con la Policía del municipio, para lo cual ya solicitó la desincorporación del Mando Único para que los elementos que fueron capacitados en la academia de El Lencero en Xalapa, pasen a estar bajo el mando de la autoridad municipal. Eso no quiere decir que toda la estrategia en esa materia vaya ahora a recaer en el Cabildo, desde luego que no, porque renunciar a que el Mando Único siga interviniendo sería un suicidio en las condiciones que prevalecen en estos momentos.
Para que la Marina y el Ejército regresen a sus cuarteles falta mucho aún, a menos que con 100 policías se pretenda hacer frente a la delincuencia que flagela a la sociedad no solo de Coatzacoalcos, sino de todo el sur. Lo cierto, es que si finalmente al cerrar esta administración son cuando menos 100 elementos policiacos bien pagados, con seguro social, seguro de vida y buen armamento, eso solo sería la base de lo que en el futuro pudiera ser una policía confiable, desde luego con muchos más elementos y solo así sería prudente darle las gracias a las corporaciones del gobierno federal.
El día de ayer por enésima ocasión, habitantes de Villa Allende bloquearon la caseta de cobro del túnel sumergido bajo el argumento de que ni la aseguradora ni la concesionaria del túnel les han cumplido con los pagos correspondientes a los daños ocasionados a sus viviendas durante la construcción de esta magna obra. Lo cierto, es que a estas alturas ya no debería haber ni una sola persona pendiente de cumplirle con ese compromiso, sin embargo ahí siguen los reclamos, no obstante que ya la concesionaria no solo capta los recursos del túnel, sino también los que se generan en la caseta de cobro del puente Coatzacoalcos Uno.
A la concesionaria del túnel sumergido sin duda que le entregaron una “gallina de los huevos de oro” (más bien dos), ya que esa concesión tiene una vigencia de 40 años, tiempo en el cual estará recibiendo los ingresos que genere el propio túnel, así como los del puente Coatzacoalcos Uno, en esos términos tan ventajosos lograron obtener los derechos de esa vía de comunicación.
Sin haber invertido un solo centavo en el puente Coatzacoalcos Uno, de cuyos ingresos se financió parte importante de la construcción del túnel, es decir, unos 20 millones de pesos mensuales, ahora esa empresa privada capta los de ambos pasos de cuota y lo más grave es que no hay recursos para darle mantenimiento al tramo carretero entre el Coatza Uno y el entronque a Nanchital, por lo que para ese fin se habrá de presupuestar recursos adicionales, que saldrán de los impuestos de los veracruzanos.
