Gobierno Local Humano
BRAULIO GARCÍA
Los gobiernos locales cuando entran a gobernar llegan extasiados de triunfo y agobiados de planes a futuro para resolver todos los problemas de la ciudad. Llegan convencidos que su administración causará una diferencia histórica en su municipio y que su gobierno será ejemplar. Para lograr esto los mejores intencionados llegarán acuerpados de los mejores técnicos y especialistas en cada área para poner solución a cada problema que existe no solo en la ciudad o cabecera municipal, si no también en el municipio, los que no sean tan bien intencionados llegarán acompañados de sus amigos y compromisos de campaña.
Esta manera de prepararse entrando acompañado de personas con suficiente conocimiento técnico es la recomendada por las dependencias tanto de las entidades federativas como de la federación, las dependencias estatales y federales solicitan un sin fin de requisitos para poder aprobar un proyecto que solicite recursos, para ello es necesario que las personas que hagan ese trabajo de gestionar los proyectos para bajar los recursos tengan los suficientes conocimientos técnicos para hacerlo. También las dependencias de control y las normativas solicitan que exista suficiente expertís dentro de las administraciones municipales para poder comprobar y en su caso solventar el ejercicio de los recursos asignados a las administraciones municipales.
Todo lo anterior es adecuado y contempla el correcto cumplimiento de lo que marca la ley para un adecuado ejercicio de los ahora tan vigilados recursos públicos, puesto que pasamos de la no vigilancia al otro extremo de la balanza de un exceso de vigilancia.
Si se han dado cuenta la preocupación actual esta en el manejo del recurso, cuanto, cuando y como se aplicó cuantitativamente los recursos, y la preocupación del municipio gira en torno a eso mismo, más sin embargo, dentro de esta visión estadista se queda algo de lado, la visión cualitativa y “las personas”.
Lo que aún es una tarea pendiente dentro de la planeación de todo este ejercicio burocrático es ¿como hacer que toda esta regulación sirva para hacer feliz a la gente?
El tema es: ¿En que momento la gente se volverá la preocupación principal al momento de gobernar?
Poco a poco se ha perdido el sentido humano del gobernar, con esto no decimos que lo otro de comprobar el gasto no sea importante, tanto trabajo histórico nos ha costado llegar hasta aquí en tema de regulación como para echarlo por la borda.
Lo que nos referimos es que tiene que haber un sentido humano al momento de gobernar y con ello atender las necesidades de la gente, este sentido de gobernar para la gente hará que las decisiones se enfoquen en realizar lo que las personas están solicitando de la forma en que lo piden y cuando en verdad es necesario.
Ahora es común empezar a hablar de planificación de la ciudad (cuando se habla de ello), como un ente aparte, pero nos olvidamos que la ciudad es el lugar donde habitamos como personas y la ciudad y su conformación es el resultado de habitar los espacios e ir transformándolos día a día y con ello tener un espacio para vivir, llámese calle y colonia o barrio. Así es la conformación de las ciudades, la union de múltiples barrios cada uno con sus características propias y en su conjunto conforman la ciudad y le dan la identidad propia a cada una.
Las acciones y obras de las administraciones municipales deben de coadyuvar a mantener y si es posible mejorar esta identidad propia de cada colonia o barrio para de esa manera en verdad aumente la calidad de vida de los ciudadanos, con ello viene la obligatoriedad de evaluar seriamente la aplicación o no de las grandes obras o ejes viales que son necesarios en el crecimiento de las ciudades, más sin embargo, son estas mismas obras trascendentes para el conjunto de la ciudad las que la mayoría de los casos modifican o en casos literalmente parten a las colonias o barrios en dos.
Así como ese ejemplo donde una nueva avenida parte en dos a una colonia y le modifica la vida a sus colindantes, así hay infinidad de obras que igual cambian la vida de sus habitantes y muchas veces no necesariamente para bien, hay que planear y realizar pensando en la gente.