Agricultura sustentable
BRAULIO GARCIA
El campo en nuestro país registra un abandono de décadas en sus registros por no ser tomado en cuenta y de manera adecuada para lograr un autoconsumo. En la actualidad el consumo de alimentos y granos de nuestro país ya depende de las importaciones y dado el rumbo que se ha marcado y las políticas que cambian muy lentamente, no se prevé que vayamos a lograr el autoabastecimiento en el corto y mediano plazo.
Tan solo en el tema del maíz, en 2018 las importaciones para el consumo nacional alcanzaron el 45.5% según la GCMA, de las cuales el 98% provienen de Estados Unidos y solo el 2% de Brasil. Otros productos que son preponderantemente de importación, pues dependemos mas de la importación que de la producción nacional son: la soya y trigo, otros que aunque mantenemos mayor producción propia que de importación son la res y el cerdo, etc. Esto muestra la gran tendencia a la importación para lograr el abastecimiento del consumo nacional.
Esta problemática es global y no esta inherentemente ligada a nuestro país, prueba de ello y en aras de disminuir esta tendencia a nivel internacional la ONU ha lanzado múltiples estrategias a nivel global para que los países dejen de depender de las importaciones de sus alimentos y cada quien logre su autoabastecimiento. La última de ellas ha sido dentro de la Agenda 2030 en el objetivo para la Sostenibilidad que es el No.11 en el cual establece la preocupación por el acceso a alimentos para los residentes pobres y vulnerables. Esta estrategia se debe al acelerado crecimiento de la población en nuestro planeta que según cifras oficiales de la ONU es de 7,957 millones de personas y cuya prospectiva es de 8,500 millones para el 2030.
Esta elevada tasa de crecimiento de la población hace que la preponderancia en el tema alimentario sea aún mayor. Propongo que el impulso sea mas fuerte, pues las grandes estrategas no han logrado bajar y aterrizar en el tema local, los planes y su manera de implementación en las ciudades y los municipios y sobre todo cual será o debe ser el papel fundamental de las autoridades locales que ya deben poner manos a la obra en este tema.
La estrategia nacional implementada aunque es buena y ha sido reconocida internacionalmente aún esta falta de complementar para llevar a cabo su implementación y gran parte de la falla radica en todos y cada uno de nosotros. Nosotros los habitantes de la ciudades que nos preocupa mas que la calle que vivimos tenga guarniciones y banquetas que saber de donde se traen los alimentos que llegan a nuestra mesa, sin saber o cuestionar cuántos kilómetros recorren antes que los consumamos. Este tipo de conciencia grupal es la que falta tener para pedir a los gobernantes locales en vez de salones de usos múltiples en medio de pandemias, mejor el apoyo para la conformación de sociedades y cooperativas para la construcción de invernaderos, mejoramiento y capacitación en la agricultura y la implementación de la hidroponia, solo por mencionar algunas de las acciones posibles.
Más sin embargo no todo esta perdido, aun no salen los programas de operativos de las dependencias y tal vez haya en la mira nuevos programas federales que en verdad le den herramientas a los presidentes municipales para mejorar en el tema del desarrollo agropecuario.
Comenzando con saber quienes somos y que hacemos será un gran paso y eso significa saber exactamente la cantidad, la ubicación y el tipo de cultivo qué hay en el municipio, cuantas hectáreas hay de cultivo y donde están localizadas, a que comunidad pertenecen y a que ejido, quienes son sus propietarios y si están regularizadas las parcelas, posteriormente saber la certeza jurídica de ellas y si estos reciben algún tipo de apoyo y de cuanto es, posteriormente saber de su volumen de producción y si existe algún tipo de cultivo controlado. Con esta información básica esencial se podrá trabajar en minería de datos y empezar a realizar prospectivas y trabajos de planeación y de mejoramiento en la calidad de vida de los agricultores y de como mejorar la producción de sus productos tanto en cantidad como en calidad del producto y sobre todo diversificar la producción en los municipios y en las regiones para tener una mayor y mejor distribución de alimentos, haciendo esto podríamos decir que con esto podemos empezar.