¿Una trampa?
POR HÉCTOR SERRANO AZAMAR
La votación de los consejeros, fortalece al INE con aquellos que ven en la institución, una vía para hacerle frente al enorme poder de la 4T, pero al mismo tiempo lo debilita frente a los ciudadanos que apoyan al presidente
La democracia mexicana vuelve a padecer tiempos difícilesy, aunque no es la primera vez que la actuación del órgano electoral queda en entredicho, cada nuevo episodio de diputas entre el Instituto Nacional Electoral y el Presidente de la República, erosionan la credibilidad del organismo. En estos tiempos en política no hay punto medio, somos buenos o somos malos, y la valoración depende del bando al que se pertenezca.
Así, el INE, sin quererlo, ya se colocó en uno de los bandos, el que no apoya las iniciativas de la 4T, si quisiera lo contrario, tendría que mostrar su disposición para sacar adelante los designios del poder, pero la votación de la semana pasada, donde 6 de los 11 consejeros electorales decidieron aplazar la revocación de mandato del ejecutivo federal, los pone en una posición delicada, en la de aquellos que se enfrentan a la mayoría.
Para llegar a tal conclusión, los consejeros electorales argumentaron básicamente carencias presupuestales, según ellos, les hacen faltan 2 mil millones de pesos para poder realizar el referéndum, lo que los hizo decidir entre dos opciones; seguir con el proceso sin poder garantizar las medidas requeridas por la ley ó aplazarlo hasta contar con los recursos económicos necesarios, evidentemente decidieron lo segundo.
La votación de los consejeros, fortalece al INE con aquellos que ven en la institución, una vía para hacerle frente al enorme poder de la 4T, pero al mismo tiempo lo debilita frente a los ciudadanos que apoyan al presidente, quien es, al mismo tiempo, el principal promotor de la revocación de mandato. Ante tal circunstancia, el organismo electoral no podrá salir bien librado y corre el riesgo de perder legitimidad.
Sobre todo si la decisión es ratificada por el Tribunal Electoral, porque en ese caso no habrá más opción que esperar los 2 mil millones de pesos solicitados, lo cual depende de Morena y de sus aliados en la Cámara de Diputados. Puedo adelantar que dado el caso, los recursos nunca llegarán, pero sí una andanada mediática contra los consejeros electorales, lo que debilitará aún más su posición frente a los simpatizantes de la 4T.
En mi opinión, el Instituto Electoral debe de realizar la revocación de mandato con los medios a su alcance y tratar de lograr el mejor resultado posible. Después de ello, tendría la posibilidad de argumentar las fallas en el proceso por la falta de presupuesto, pero el decidir lo contrario, los coloca en la narrativa de sus detractores; un Instituto caro e inoperante que busca frenar la democracia.
Las próximas semanas develarán si nos encontramos frente a un guión previamente escrito, donde al INE se le colocó en esta posición con un propósito, hay elementos para suponerlo, solo falta comprobarlo. Por el bien de la democracia, los consejeros electorales tienen que resolver este diferendo con suma inteligencia y con extremo cuidado de no estar cayendo en una trampa.