La podredumbre que emerge en Morelos
HÉCTOR DE MAULEÓN
No es ninguna casualidad que tres jefes del crimen organizado en Morelos se hayan retratado con el gobernador Cuauhtémoc Blanco en la casa parroquial de Yautepec.
La semana pasada, el vicario de la Diócesis de Cuernavaca, Tomás Toral, confirmó que la polémica fotografía dada a conocer, que muestra a Blanco al lado de Raymundo Castro Salgado, El Ray (Guerreros Unidos/CJNG), de Irving Eduardo Solano Vera, El Profe (CJNG), y de Homero Figueroa Meza, La Tripa (Comando Tlahuica), fue tomada en el interior de la parroquia de la Asunción, en Yautepec.
Toral afirmó que la foto fue tomada en 2018, durante la misa del 12 de diciembre dedicada a la virgen de Guadalupe y oficiada por el padre Juan Alvarado, un sacerdote bien conocido en la región, no solo por su ministerio religioso, sino también por las rumbosas fiestas que organizaba cada tanto, y a las que asistían personajes relevantes del estado.
“Las fiestas del padre”, le llamaban a aquellos convivios, en los que, según testigos, no faltaban vino y mujeres.
Uno de los retratados al lado de Blanco, Raymundo Castro Salgado, El Ray, líder del Cártel Jalisco al oriente del estado, mantenía un control total en Yautepec, así como en los municipios de Cuautla, Ayala y Yecapixtla.
En los años en que El Ray logró la hegemonía criminal, gobernaba Yautepec el actual diputado del Panal, Agustín Alonso Gutiérrez, presidente primero entre 2015 y 2018, y luego entre 2018 y 2021.
Tras las elecciones pasadas, Alonso Gutiérrez le entregó el poder a su padre, Agustín Alonso Mendoza, que a su vez había sido alcalde de Yautepec en dos ocasiones: de 2003 a 2006, y de 2012 a 2015.
El Ray fue detenido en mayo de 2019 en un hotel de Puebla, poco después de escapar con vida de un atentado que se llevó a cabo en el restaurante de mariscos Los Estanques, de la ciudad de Cuautla. En octubre de ese año lo despedazaron durante un motín ocurrido en el penal de Atlacholoaya. El objetivo era, precisamente, privarlo de la vida.
De acuerdo con las investigaciones que derivaron en su captura, El Ray era “dueño” del territorio en donde la foto con el gobernador Blanco fue tomada, al punto que su gente le apodaba también El Presi, en alusión a que él era el presidente no oficial de los municipios que tenía en el puño.
Sicarios de su organización detenidos por las autoridades se han referido al contubernio criminal que estableció con alcaldes, a los que pagaba un porcentaje de los recursos que obtenía, entre otras cosas, por el “cobro de piso”.
Fue en Yautepec donde en noviembre de 2021 cayó en manos de las autoridades Esther Yadira Huitrón, operadora y publirrelacionista de Guerreros Unidos/CJNG, y hermana de la presidenta estatal del Partido Redes Sociales Progresistas.
Fue en uno de los teléfonos de Esther Yadira (se dice que tenía seis) de donde salió la polémica foto del Cuau al lado de los tres jefes criminales.
En octubre pasado ocurrió en el Congreso de Morelos un fuerte enfrentamiento verbal entre el comisionado estatal de seguridad, José Arturo Ortiz Guarneros, y el diputado del Panal y exalcalde de Yautepec, Agustín Alonso Gutiérrez.
El diputado pidió la renuncia de Ortiz Guarneros ante las cifras de la inseguridad en Morelos. La discusión fue subiendo de tono. El comisionado de seguridad replicó al fin que había entregado a la Fiscalía General de la República información relevante sobre las complicidades, los pactos con la delincuencia organizada establecidos por narcopolíticos de Morelos.
No quedó ninguna duda de que uno de los destinatarios del mensaje era Agustín Alonso Gutiérrez (otro era el senador Ángel García Yáñez, al que se ha relacionado sentimentalmente con Esther Yadira Huitrón y al que una narcomanta acaba de atribuir la autoría de la narcomanta dirigida en contra de Cuauhtémoc Blanco la semana pasada).
Fuentes de seguridad confirman la existencia de fotografías en las que aparece la esposa del Ray, al lado de la esposa del exalcalde de Yautepec. Al mismo tiempo, por el álbum fotográfico de Esther Yadira desfilan alcaldes, regidores, diputados, candidatos…
En medio de una intensa guerra política, comienza a emerger la podredumbre que tiene atenazado al estado: los oscuros nexos de unos y otros con el crimen organizado.