25 de Noviembre de 2024

RETRATO HEREJE

Los 100 de Pablo Gómez

ROBERTO ROCK

En el contexto de los sacudimientos políticos provocados por escándalos judiciales y el riesgo de un atorón a iniciativas presidenciales en el Congreso, la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), que encabeza Pablo Gómez, ha soltado una granada de fragmentación sobre la clase política al solicitar al sistema bancario información sobre movimientos financieros de los últimos cinco expresidentes, desde Carlos Salinas de Gortari hasta Enrique Peña Nieto, y su entorno personal más inmediato.

Información confirmada a este espacio indica que, contra lo que les dicta la ley, los bancos mexicanos requeridos por la UIF han decidido revelar a estos clientes suyos que la lista es integrada por cerca de 100 personas (un promedio de 20 por cada exmandatario). Y que parte de los reportes entregados figuran ya en querellas presentadas por la propia UIF ante la Procuraduría Fiscal de la Federación, a cargo de Félix Arturo Medina, quien tendría así un estreno de fuego a menos de dos meses de asumir esa función.

Esta lista, confirmaron las fuentes, incluye a Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, el citado Calderón y Enrique Peña Nieto. Los reclamos de información por cuentas bancarias, hipotecas, propiedad de inmuebles, transferencias a terceros, uso de tarjeta de crédito, empresas relacionadas, etc., han sido lo suficientemente apresurados en las semanas recientes que resultaba virtualmente imposible que los implicados no fueran enterados por diversas vías. De hecho, ello parece haber sido un propósito claro de la estrategia.

De acuerdo con las fuentes consultadas, el expediente que exhibe mayor madurez en este tema es el del expresidente Felipe Calderón, personaje frecuente en la retórica del presidente López Obrador cuando habla de adversarios y de conspiraciones en su contra. Como en el resto de los exmandatarios, hasta ahora se ignora cuáles integrantes del círculo personal calderonista están involucrados en las respectivas pesquisas.

Como se sabe, en las elecciones presidenciales de 2006 Calderón derrotó al político tabasqueño por un estrechísimo margen de 0.56% de los votos. López Obrador denunció un fraude, lo que fue desestimado por la autoridad electoral. También habló de un complot en su contra, documentado con múltiples anuncios en medios electrónicos de organizaciones fantasma que lo calificaban de ser “un peligro para México”.

El 24 de marzo de 2012, cuando se dirigía hacia su segunda contienda por la Presidencia, López Obrador declaró en entrevista periodística que había “perdonado” a Calderón. Dijo: “No soy un hombre de resentimientos. Perdono a todos, le perdono a él en particular”.