25 de Noviembre de 2024

PERAS Y MANZANAS

Empleo, ¿causa o consecuencia?

VALERIA MOY

Hay dos variables que suelen acompañarse, el crecimiento económico y el empleo. Por lo menos así ha sido hasta el momento, aunque quizás con los cambios tecnológicos y la rápida automatización de miles de procesos productivos el vínculo se haga más laxo. Hay economistas que consideran que uno es causa del otro. Que es el crecimiento el motor en la generación de empleos. O que son los empleos lo que repercute en mayor crecimiento.

Mucho se habla en México del mercado laboral dual, un mercado laboral formal ―con registro en algún sistema de seguridad social y las prestaciones asociadas― y uno informal en el que la flexibildad laboral predomina por la ausencia de reglas.

Ayer, el IMSS publicó la cifra de empleos formales registrados durante mayo. En el mes se eliminaron 2,855 plazas formales del registro. Mayo suele ser un mes en el que la creación de empleo es más débil debido a ciertas dinámicas agrícolas. Sin considerar 2020 por el efecto de la pandemia, el mayo más cercano en el que había habido una cifra negativa de creación de empleo fue en 2015 cuando se perdieron más de 7 mil plazas. En lo que va de 2022 se han creado 388,339 empleos y en lo que va de la administración del presidente López Obrador las plazas formales generadas son 550,561. En total, en mayo se tienen registrados ante el IMSS 21,008,487 puestos de trabajo y es un número que debería de crecer prácticamente todos los meses debido a la dinámica poblacional.

El número total de personas ocupadas, según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo más reciente, es de 56 millones 79 mil, aproximadamente. Es decir, la población que cuenta con un empleo formal registrado ante el IMSS representa únicamente 37% de todas las personas que manifiestan tener un trabajo. El otro grupo de trabajadores formales está ocupado en el gobierno y/o registrado en otros sistemas de seguridad social. El resto, casi 31 millones de personas, se encuentra laborando en la informalidad.

Si bien los salarios de los trabajadores afiliados al IMSS han visto aumentos derivado de las medidas para mejorar el poder adquisitivo del salario mínimo, el número de personas que reportan ganar menos de un salario mínimo (o hasta un salario mínimo como lo plantea la encuesta) se ha incrementado. La ENOE más reciente revela que más de 19 millones de trabajadores manifestaron ganar hasta un salario mínimo, 40% más que los 13 millones y medio que reportaron estar en esa situación al cierre del año pasado.

Hace poco, en un foro en la Cámara de Diputados, José Ángel Gurría mencionó que era simplemente imposible que México pudiera emerger como economía y desarrollarse de mejor manera teniendo un mercado laboral informal como el que tenemos. Hace algunas semanas Santiago Levy, en la presentación del Índice de Competitividad Estatal del IMCO hizo señalamientos similares.

Sin embargo, a veces parece que hablamos de este modelo laboral como si alguien ajeno a nosotros nos lo hubiera impuesto. En realidad, es el sistema que hemos ido creando a través de regulaciones y normas que en lugar de procurar un mercado ágil y eficiente lo han partido en dos.

No sé con certeza si el crecimiento es el que genera el empleo o el empleo deriva en mayor crecimiento, lo que sí sé es que mientras tengamos un mercado laboral dual será muy difícil que este país avance y se procuren mejores condiciones para todos los mexicanos.