Accendo quiebra con miles de millones de estados
MARIO MALDONADO
La caída estrepitosa del Banco Accendo tiene víctimas colaterales, entre ellos un grupo de estados de la República que no pudieron retirar su dinero antes de la quiebra e intervención de la institución financiera.
El escándalo alcanza a Puebla, Hidalgo, Veracruz, Chihuahua y la Ciudad de México. Los primeros tres tenían invertidos un promedio de 500 millones de pesos en Accendo al momento de su intervención, mientras que los últimos dos lograron sacar su dinero días antes del anuncio de revocación de licencia del banco por parte de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).
En el caso de la CDMX, mantuvo hasta el 19 de septiembre del año pasado un total de 171.4 millones de pesos en Accendo, los cuales retiró horas después. A Banco Accendo se le revocó la autorización el 28 de ese mismo mes, por lo que se presume que sus funcionarios pudieron haber sido alertados de la intervención y posterior liquidación.
Curiosamente este también fue el caso de Chihuahua, gobernado a partir del 8 de septiembre por la panista Maru Campos. Los recursos invertidos en Accendo ascendían a cerca de 700 millones de pesos. Una de las claves en esta entidad es el exsecretario de Hacienda, Ernesto Cordero, quien en su momento fue promotor de Accendo con los estados.
Puebla, Hidalgo y Veracruz no corrieron con la misma suerte y ahora deberán formarse como cualquier otro acreedor de Accendo. De hecho, las entidades de gobierno están en el número seis de nueve categorías para recibir algo de la liquidación del banco. En total, se tienen registrados cerca de 3.4 mil millones de pesos en este renglón.
Francisco Javier Reyes de la Campa, expresidente y exdirector de Banco Accendo, fue detenido hace una semana. Enfrenta diferentes acusaciones, entre las que se encuentran la realización de operaciones con empresas “factureras” en detrimento del patrimonio del banco por poco más de 70 millones de pesos.
Reyes de la Campa fue detenido el 4 de junio en las inmediaciones de la Plaza Artz, en la Ciudad de México. El 9 de junio un juez determinó arraigo domiciliario y el congelamiento de por lo menos 70 millones de pesos de sus cuentas como medida cautelar, esto por si se alcanza un acuerdo reparatorio.
La historia de Accendo comenzó en 2016, cuando el principal socio del entonces banco Inverlat, Carlos Djemal, fue detenido en Estados Unidos por presunto lavado de dinero en Estados Unidos. La institución ya enfrentaba acusaciones por malos manejos financieros que hacían inviable su operación.
Fue entonces que apareció Javier Reyes, un ejecutivo con estudios de Economía y Administración en el ITAM, junto con sus hermanos Óscar y Luis Reyes de la Campa.
Justo en ese tiempo los asesores externos de los Reyes de la Campa recomendaron cambiar el nombre de Investa por el de Accendo, con el objetivo de limpiar la imagen reputacional del banco. El entonces director, Gustavo Vergara, se encargó de impulsar la creación de la nueva fachada de esta institución ante la CNBV, donde también anunció la inyección de capital fresco.
De acuerdo con las propias palabras de Javier Reyes de la Campa, todo lo había logrado gracias a las gestiones de sus amigos panistas, a quienes incluso mencionaba como parte de sus asesores externos. La incursión del empresario en la banca no se explicaría sin la ayuda de funcionarios y exservidores públicos de primer nivel de Hacienda, ya que no tenía ni el dinero ni la experiencia para manejar una institución financiera.
Ya se verá hasta dónde llega este caso que involucra miles de millones de estados de la República.
