24 de Noviembre de 2024

OPINIÓN

Por un nuevo acuerdo contra la trata de personas

PAOLA FÉLIX

A las mexicanas y mexicanos: El encuentro en Washington entre el presidente Andrés Manuel López Obrador y Joe Biden, arrojó saldos positivos y sentó las bases para seguir avanzando a paso firme. La congruencia del presidente de México fue evidente al poner en el centro de la agenda el tema migratorio como tarea central en la relación bilateral. 

La regularización del flujo migratorio, otorgando visas temporales de empleo y la legalización de quienes viven en E.U., contribuirán a reducir el tráfico de personas y los delitos asociados como la trata de personas que, es uno de los crímenes transnacionales más aberrantes y que junto con el tráfico de drogas y armas, se posiciona entre los ilícitos más lucrativos para la delincuencia organizada.

La respuesta del mandatario Biden fue sensible al señalar que su Gobierno creará oportunidades de trabajo legales para las personas migrantes e incluso el año pasado otorgaron 300 mil visas a personas a centroamericanas, alcanzando niveles históricos en el último lustro, de ahí que agradeció al presidente López Obrador la emisión de más visas de trabajo. Esto resulta alentador, ya que se evitará la explotación laboral, que constituye una modalidad de trata de personas, de la que son víctimas las personas migrantes a manos de sus contratistas que ostentan una doble moral, por un lado, las desprecian y criminalizan, y por el otro, explotan inhumanamente su fuerza laboral para elevar su producción y aumentar sus ganancias.

En materia de seguridad destacó, el esfuerzo para atacar el tráfico de fentanilo que está matando a muchísima gente, las acciones para detener la trata de humanos, el tráfico de drogas y de armas.

Entre los compromisos ratificados, está el compromiso del Entendimiento Bicentenario sobre Seguridad, Salud Pública y Comunidades Seguras para enfrentar los desafíos del fentanilo, el tráfico de armas y el contrabando de personas. Así como la Declaración de los Ángeles sobre Migración y Protección, a fin de gestionar los flujos migratorios, reconociendo que el desarrollo debe estar en el centro de las políticas migratorias.

Asimismo, ratificaron la importancia de Implementar un grupo de trabajo binacional sobre vías de migración laboral y protección de los trabajadores, y para el fortalecimiento de la respuesta transfronteriza a la migración infantil; y el Grupo de Trabajo Conjunto Alpha para combatir el tráfico de personas migrantes, en donde la Fiscalía General de la República y los Departamento de Justicia y de Seguridad Interior de Estados Unidos se coordinan para arrestar y enjuiciar a quienes ponen en peligro la vida de las personas migrantes vulnerables.

El encuentro entre los mandatarios trascendió la frontera de los acuerdos económicos para abrir espacio al bienestar social y a la justicia, poniendo en un lugar preponderante a las personas y no sólo a los mercados. En la agenda bilateral, el presidente de México posicionó con éxito asuntos de gran relevancia para las personas latinoamericanas más vulnerables.

Como activista contra la trata de personas, considero un acierto que el del tráfico de personas hay sido diferenciado del de la trata, lo cual es un paso adelante, porque no podemos cerrar los ojos a la realidad, Estados Unidos es un país consumidor de pornografía y turismo sexual infantil y México un país proveedor.

En noviembre próximo, se reunirán los mandatarios de México, Estados Unidos y Canadá, ojalá y en su agenda se aborde la trata de personas, particularmente en sus vertientes de explotación sexual, pornografía y turismo sexual infantil y explotación laboral, para tomar medidas conjuntas para la eficaz prevención, investigación, persecución, sanción y erradicación de estos delitos, que atenta contra la dignidad humana y mayoritariamente quedan en la impunidad. Es urgente un acuerdo trilateral para proteger a las víctimas, asegurándoles su plena reincorporación a la vida social y productiva, libres del miedo a ser ubicadas por los tratantes.