Si una niña migrante dibujara su paso por la frontera sur de México, ¿Qué veríamos? ¿Nos contaría que tuvo que tomar anticonceptivos de larga duración porque le dijeron que puede ser víctima de abuso sexual, así como el 70% de las migrantes que han recorrido su mismo camino? ¿Dibujaría que tuvo que hacerse pasar por un niño para que no la secuestren y la obliguen a hacer trabajo sexual? Sin duda, nos contaría la triste realidad que viven miles de mujeres migrantes que huyen buscando una vida mejor.
El Informe Especial sobre la situación que guarda el tráfico y el secuestro en perjuicio de personas migrantes en México 2021, de la CNDH, a partir del Informe Especial 2011-2020 del Instituto Nacional de Migración (INM), establece que el secuestro a personas migrantes en México creció de 503% a 675% en un año.
Según datos de la FGR, las carpetas de investigación correspondientes a los delitos de tráfico de personas y secuestro, tuvieron un aumento del 260.5% y 700% respectivamente, sumando a 13 mil 465 personas víctimas en ambos delitos. A parte de incluir estas cifras dentro del reporte, la CNDH también identificó que de las personas rescatadas del delito de tráfico, 76 fueron mujeres entre los 21 y 30 años.
En la última década (2010-2020) la tendencia en el tráfico de personas con respecto al sexo indicadaba que el 74% correspondía a migrantes hombres y solo el 26% a mujeres, en 2021 se comienza a marcar un comportamiento distinto que indica una disminución del tráfico de hombres migrantes con el 64% y un aumento del tráfico de mujeres con el 35.5%.
Una quinta parte de los cruces en la frontera sur de México corresponden a desplazamientos de mujeres migrantes, por lo que su papel en la migración se ha vuelto cada vez más destacado y relevante.
Las tendencias indican que hubo un aumento considerable en la movilidad de las mujeres migrantes hacia México en 2021. Con esta tendencia a la alza y con el incremento del tráfico de mujeres en el mismo periodo de tiempo, resulta evidente que las mujeres migrantes huyen de sus países por la violencia de género como una de las causas, sin imaginar que pasarán por otro donde la experimentarán tal vez peor.
Es indispensable mejorar las condiciones de vida para las mujeres en el país, no solo para las que nacimos y vivimos aquí, sino también para las que llegan. Quienes más migraron en ese mismo año, tenían entre 15 y 29 años en el 63% de los casos, solo el 19.9% tenía nivel de escolaridad media o mayor, el 18% era el principal sostén económico en su familia y el 57.9% tenía al menos una hija o hijo.
Una persona migrante en México no solo está expuesta a los peligros en el mercado de trata de personas para el trabajo forzado y la explotación sexual, también se enfrenta a un sistema institucional corrompido que no solo perpetúa las vulneraciones económicas a través de extorsiones por operativos en puntos carreteros móviles y operativos de control, sino que además las autoridades que tienen contacto con personas migrantes no cuentan con un acercamiento interseccional.
A pesar del violento trayecto que se recorre en México, miles de niñas y mujeres enfrentan la migración con valentía para dejar sus hogares en busca de estudios y gran esperanza por lograr una mejores condiciones de vida, nunca se imaginan que se toparan con un gobierno al que se le olvidaron los Derechos Humanos y no hace otra cosa mas que terminar con cualquier esperanza de las mujeres.
Laura Esquivel Torres