Este 2023 también se espera que inicien ensayos clínicos para avanzar en el desarrollo de nuevas vacunas con tecnología de ARNm contra la tuberculosis y el herpes genital.
El Universal
CIUDAD DE MÉXICO
Las vacunas de ARN mensajero comprobaron su eficacia contra el Covid-19. Esta tecnología promete ser una nueva esperanza contra diferentes enfermedades y convertirse en uno de los grandes escalones científicos del 2023. Tras su uso exitoso durante la pandemia de Covid-19, la farmacéutica BioNTech inició los primeros ensayos clínicos de candidatas a vacuna contra el paludismo.
Recientemente la compañía con sede en Alemania anunció el primer estudio de Fase 1 en humanos con el proyecto BNT165b1, el primer candidato para desarrollar una vacuna multiantígena contra el paludismo o malaria. BioNTech evaluará inicialmente un conjunto de antígenos codificados por ARNm del parásito Plasmodium falciparum que causa la enfermedad mediante la picadura del mosquito Anopheles. Este primer ensayo clínico evaluará la seguridad, la tolerabilidad y la inmunogenicidad de la vacuna candidata que afecta a la proteína circumsporozoite (CSP), la proteína secretada en una de las principales etapas de desarrollo del parasito.
Özlem Türeci, director médico y cofundador de BioNTech ha dicho que el inicio del ensayo es un hito importante para abordar enfermedades con una gran necesidad médica aún no cubierta en el mundo. "Nuestro objetivo es desarrollar una vacuna que pueda ayudar a prevenir la malaria y reducir la mortalidad. Durante los próximos meses, nuestro objetivo será evaluar diferentes antígenos con rigor científico para identificar al candidato óptimo", ha dicho el científico.
El proyecto no sólo busca una vacuna eficaz contra una enfermedad que contabiliza alrededor de 620 mil muertes anuales, sino también busca desarrollar una vacuna fácil de producir. Para lograr esto la compañía apuesta por crear pequeños centros de detección y prevención de la enfermedad que también sirvan como fábricas del insumo que puedan trasladarse con facilidad a las regiones más necesitadas. Los contenedores del primer BioNTainer han terminado de construirse en Europa y ahora se prepara su envío a Kigali, Ruanda, donde se espera que lleguen en el primer trimestre de este año.
Este 2023 también se espera que inicien ensayos clínicos para avanzar en el desarrollo de nuevas vacunas con tecnología de ARNm contra la tuberculosis y el herpes genital. También se esperan nuevos pasos entre la alianza BioNTech y Pfizer para la vacuna que proteja contra el Covid-19 y la influenza que ya se encuentra en fase l. La vacuna combinada contiene cadenas de ARNm que codifican proteínas de unión para SARS-CoV-2, Omicron BA.4/BA.5 y cuatro variantes de influenza.
El nuevo año también podría traer la primera aprobación para aplicar la tecnología Crispr-Cas9. Las células madre de los pacientes podrían modificarse para tratar enfermedades genéticas. La revista Nature considera que este año podría materializarse finalmente la terapia de edición de genes, tras los ensayos clínicos para tratar la beta talasemia y la enfermedad de células falciformes, dos transtornos genéticos de la sangre.
Seducción espacial
El año pasado el Telescopio espacial más grande, el James Webb, empezó su labor deslumbrando al mundo con sus avances; los especialistas piensan que en 2023 avanzará la búsqueda de vida más allá de la Tierra con nuevos hallazgos de este telescopio sobre firmas biológicas en un exoplaneta distante. Por otra parte, se esperan nuevos hallazgos en las rocas del cráter Jezero de Marte, donde el rover Perseverance de la NASA actualmente recolecta muestras. Mientras tanto, otro telescopio espacial empezará a funcionar. Se trata de Euclid, desarrollado por la Agencia Espacial Europea (ESA). Este artefacto orbitará el Sol durante seis años para capturar fotografías y crear un detallado mapa 3D del Universo.
Este año otros telescopios en tierra firme también prometen sorprender, como es el Observatorio Vera C. Rubin, en Chile, que comenzará a tomar imágenes en julio con su avanzado diseño de tres espejos y una cámara con más de 3 mil millones de píxeles. Además del radiotelescopio Qitai, en China, que iniciará funciones como el orientable de plato único más grande del mundo.
Por otra parte, el Gran Telescopio Canarias incorporará el instrumento FRIDA, creado por científicos mexicanos. Su diseño y construcción está liderado por el Instituto de Astronomía de la UNAM. FRIDA trabajará en el rango de la luz infrarroja y podrá alcanzar un poder de resolución comparable al de los telescopios espaciales. Según expertos del instituto, el instrumento utilizará un método denominado óptica adaptativa con el que se consigue corregir en tiempo real los efectos producidos por la turbulencia ocasionada por la atmósfera.
Pequeños y grandes objetivos
No hay materia pequeña en el Universo: cuerpos planetarios de menores dimensiones serán los nuevos focos de exploración espacial. La primera de estas misiones será el estudio de las lunas de Júpiter. La misión JUICE, de la Agencia Espacial Europea, será lanzada este año para hacer observaciones detalladas del planeta y de sus tres grandes lunas oceánicas: Ganímedes, Calisto y Europa. Estas tres lunas, de las 79 que posee Júpiter, serán exploradas, pero la misión JUICE se centrará es especial en la Ganímedes. Los científicos intentarán averiguar más sobre los océanos bajo su superficie y buscarán reservas de agua subterránea.
También en materia espacial, para octubre de 2023, una misión de la NASA explorará el asteroide 12 Psyche, cuya particularidad es que está hecho casi en exclusiva de metales. El asteroide de 226 kilómetros de ancho se encuentra en el cinturón principal entre Marte y Júpiter. Al analizar la luz reflejada en este cuerpo celeste, los científicos han planteado la hipótesis de que es inusualmente rico en metales.
Una posible explicación de su riqueza de materiales se encuentra en su formación temprana en nuestro Sistema Solar, ya sea como un núcleo o material primigenio que nunca se derritió. Lindy Elkins Tanton, investigadora principal de la misión, ha dicho que se trataría de una verdadera exploración de nuestros orígenes, pues si resulta ser parte de un núcleo, correspondería a la primera generación de nuestra galaxia.
Sin despegar la mirada del cielo, la Luna se mantendrá como plato fuerte de exploración. La misión Lunar Trailblaizer de la NASA, prevista para la segunda mitad del año, estudiará cuánta agua hay en la Luna y qué forma y distribución posee. Por otra parte, Chandrayaan-3, la tercera misión de exploración de la Luna de la Organización de Investigación Espacial de la India, aterrizará cerca del Polo Sur a mediados de este año. El magnetismo lunar no sólo es científico: once personas se embarcarán en un vuelo espacial privado de seis días a bordo del cohete SpaceX Starship en el primer viaje de turismo espacial al satélite terrestre.
La revista Nature destaca dos eventos que buscan abrir nuevas puertas para el estudio más allá del modelo estándar de la física de partículas. El Observatorio Subterráneo de Neutrinos de Jiangmen en el sur de China comenzará a trabajar con un detector mantenido a 700 metros bajo tierra para medir con precisión la oscilación de los neutrinos, partículas subatómicas eléctricamente neutras.
Otro evento muy esperado para los físicos de partículas será la apertura de la Fuente Europea de Espalación (ESS) en Suecia. El proyecto generará intensos haces de neutrones para estudiar la estructura de los materiales, utilizando el acelerador lineal de protones más potente jamás construido.
Entre las diferentes celebraciones de este año, la ONU declaró el 2023 como el Año Internacional del Mijo, un cereal que podría jugar un papel clave en la alimentación mundial, ya que puede cultivarse con muy poca agua y es resistente a los cambios climáticos. Este año se anticipa como uno de los más calurosos, por lo que tendrán que mantenerse nuevos retos para preparar al planeta para su constante e irremediable transformación.