Cada minuto, 3 millones de dólares en bienes son comerciados en Norteamérica. En 1994 entró en vigor el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), hoy conocido como TMEC, detonando uno de los procesos de integración más dinámicos y disruptivos de la historia moderna. Tan sólo en la última década, el comercio entre México, Estados Unidos y Canadá ha crecido más de 100% y hoy la región aporta 1/3 del PIB global.
México y Canadá son los principales socios comerciales de EU, duplicando el comercio con China. Más de 80% de las exportaciones de México tiene como destino Norteamérica y el 79% de las exportaciones de Canadá son incorporadas en los bienes finales de EU.
Cuando se firmó el TLCAN, grupos empresariales y de la sociedad civil, presumían que la incipiente normatividad y capacidad de supervisión provocarían una migración masiva de empresas de EUA a México para aprovechar los menores costos de protección ambiental. En respuesta se firmó un acuerdo paralelo en materia de medio ambiente. Con ello, el TLCAN fue reconocido como el acuerdo “más verde” en la historia del libre comercio y sirvió de modelo para otras regiones del mundo.
A lo largo de 3 décadas, la cooperación en el marco del TLCAN ha sido fundamental para fortalecer las capacidades de gestión ambiental de México. Desde la creación de una secretaría de estado en 1994, hasta la aprobación de decenas de leyes y normas; México demostró que la integración económica entre países de distintos grados de desarrollo no necesariamente es una amenaza para el medio ambiente.
A partir de 2005, el diálogo trilateral se elevó a nivel de presidentes en el marco de la Alianza para la Seguridad y Prosperidad que más tarde adoptó el nombre de Cumbre de Líderes de América del Norte (CLAN). Si bien la organización de la CLAN ha sido inconsistente, el tema de medio ambiente ha formado parte de la agenda desde el inicio. En la CLAN de 2021, los países se comprometieron a reducir sus emisiones de metano y carbono negro 75% y a conservar el 30% de su superficie terrestre y marina en 2030.
Esta semana México hospedó la CLAN. Los países adoptaron compromisos en materia de economía y competitividad, migración, seguridad, energía y cambio climático. Entre las metas destacan impulsar la producción de semiconductores, la movilidad eléctrica y el hidrógeno verde.
El contexto económico y geopolítico es muy diferente al de hace 30 años. Hoy el medio ambiente se ve como un activo para el desarrollo regional. Los 3 países han establecido metas ambiciosas de reducción de emisiones de CO2 al 2030: EUA 52%; Canadá 45% y México 35%. Asimismo, sus sectores productivos y financieros adoptan principios ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ASG) de forma acelerada.
En los siguientes años, los líderes de América del Norte deberán cimentar su estrategia de competitividad, seguridad y migración en criterios y acciones sólidas de desarrollo sostenible.
*Enrique Lendo es asociado de COMEXI y experto en temas económicos y de desarrollo sustentable. @EnriqueLendo