Muy por arriba de lo que esperaba el mercado, en las dos primeras semanas de 2023 se reavivaron las presiones inflacionarias, empujadas por los precios de alimentos y algunos servicios.
El dato de inflación de la primera quincena de enero de 0.46 por ciento dado a conocer ayer por el Inegi, que preside Graciela Márquez Colín, revela que la economía mexicana encara presiones internas para contener la subida de precios, que tímidamente parecía ceder en la última parte del año pasado.
A decir del área de Análisis Económico de Banorte, que tiene como mandamás a Alejandro Padilla Santana, la inflación encara una estacionalidad adversa, en otras palabras, se trata de la Cuesta de Enero, donde las presiones provienen de ajustes usuales que se hacen en precios e impuestos al comienzo del año. El consenso del mercado apuntaba a una inflación para la primera quincena de enero era de 0.39 por ciento.
Con esto, la inflación anual se ubica en 7.94 por ciento, es decir lo poco que se había avanzado en la última parte de 2022 se perdió, lo que podría llevar a bancos, casas de bolsa y firmas de análisis a replantear sus pronósticos para todo el año.
La otra mala noticia es que la inflación subyacente tampoco cede y hasta la primera quincena de enero está en 8.45 por ciento, con alzas de precios en alimentos procesados impactados por el aumento del IEPS en bebidas azucaradas y cigarros, entre otras alzas que se suman a las subidas en gasolinas y electricidad. Otro rubro que suele ajustarse al inicio del año son los servicios, donde quizá su médico particular ya cobre más por su consulta o bien, puede verse con arrendamientos de inmuebles con incrementos.
El año inicia con nuevas presiones inflacionarias, algo que seguramente sopesará el Banco de México, que tiene como gobernadora a Victoria Rodríguez Ceja, en su primera reunión de política monetaria de febrero, y que cayó como balde de agua helada en Palacio Nacional, simplemente porque la inflación le pega más fuerte a los más pobres.
LA RUTA DEL DINERO
Quien cerró 2022 con mejores cifras en materia de seguridad fue el gobierno de Mauricio Tabe, en la alcaldía Miguel Hidalgo. Recientemente, el Ineg en su Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana resaltó que los habitantes de dicha demarcación aumentaron su percepción de seguridad; según el estudio, 52 por ciento de los colonos de la MH reconocieron sentirse más seguros el año que cerró.
Tabe arrancó su gestión a inicios de 2022 con la implementación del programa Blindar MH, con estrategias para combatir la delincuencia, mismas que estuvieron acompañadas por un alza de 72 por ciento al presupuesto para Seguridad de la alcaldía, el cual pasó de 118 millones de pesos en 2021, a 205 millones de pesos en 2022. A decir del alcalde panista, blindar la seguridad se logró también, gracias al trabajo entre los diferentes niveles de gobierno, otras demarcaciones y municipios.