24 de Noviembre de 2024

TELECOM EN PERSPECTIVA / ¿Quién invierte más en Telecomunicaciones? / GONZALO ROJON

columnas heraldo

 

 

Las adiciones de capital de infraestructura son esenciales para el desarrollo del sector de telecomunicaciones, por lo que la ejecución suficiente de inversiones año con año se vuelve un tema fundamental ante el déficit y condiciones de rezago existentes en el mercado mexicano.

Como les comentaba hace un par de columnas atrás, y de acuerdo con estadísticas publicadas por el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), el AEP-T invirtió escasamente una razón de 10.8% del total registrado durante 2021, equivalente a 78,012 millones de pesos (mdp), durante 2014 esta proporción llegó a 47.3%.

Por ello, es evidente que ante su claro dominio en el mercado mexicano, los incentivos de America Móvil (AMX) por invertir una mayor proporción de sus ingresos son cada vez menores. Esto da cuenta de que las condiciones categóricamente favorables a este y su excesivo peso en los mercados no generan los incentivos necesarios para que invierta en suficiencia para expandir, mejorar y actualizar sus redes de telecomunicaciones en México.

Es decir, la falta de competencia y la inamovible concentración de mercado a favor del AEP-T han socavado el ejercicio de inversiones de éste.

A pesar de las circunstancias desfavorables para los competidores en el mercado, han logrado intensificar la ejecución de recursos para el despliegue, desarrollo y mejoramiento de sus redes, tal que contabilizan prácticamente 9 de cada 10 pesos que se invierten de manera sectorial.

Empresas como Grupo Televisa, AT&T, Totalplay, Megacable y Altán Redes han destacado por competir con inversiones sustanciosas para mejorar y expandir la disponibilidad de sus servicios, con miras a impulsar su huella de mercado. Este hecho es destacable, sobre todo en un mercado donde un solo operador obtiene 5.5 de cada 10 pesos de la totalidad de los ingresos atribuibles a la provisión de servicios de telecomunicaciones.

Este marcado desbalance habilita ventajas competitivas para el operador en torno a la capacidad económica para invertir, extender su infraestructura, obtener los derechos de una mayor cantidad de espectro radioeléctrico e incluso para alcanzar mayores ganancias que el resto de sus competidores.

Al respecto, a partir de la primera revisión de preponderancia en marzo de 2017, el AEP-T trazó una trayectoria creciente de su EBITDA (ganancias antes de gastos financieros) que llega a $31,250 millones de pesos (mdp) al tercer trimestre de 2022 (3T-2022). Este monto es casi 5 veces superior al alcanzado por el segundo operador en términos de esta métrica.

No sólo se requiere aplicar mecanismos aceleradores de la competencia efectiva en la próxima revisión del marco regulatorio de preponderancia para impulsar el ejercicio de inversiones del AEP-T, sino para gestar condiciones balanceadas en el sector que favorezcan y permitan la continuidad de los elevados montos atribuibles a los operadores competidores.

POR GONZALO ROJON