28 de Noviembre de 2024

DESDE AFUERA / El mundo y la policrisis / JOSÉ CARREÑO FIGUERAS

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Policrisis. Simplemente, una multitud de crisis combinadas o la historia repitiéndose, 2023 como 1913.

Es la palabra de moda. Algunos dicen que fue el concepto que más se mencionó en la reciente reunión de Davos (Suiza) donde los personajes más influyentes del mundo se reúnen en el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) para intercambiar ideas, conectarse entre sí y analizar el estado global.

Hay motivo para creer en el impacto de varias crisis interconectadas. De acuerdo con la revista digital VOX, el mundo observa ahora la guerra terrestre más grande en Europa en la memoria reciente, mientras sufre los coletazos de una pandemia devastadora, experimenta un aumento en los flujos de refugiados, alta inflación, la frágil gobernanza global y el vuelco introspectivo de las principales democracias, mientras enfrentan desafíos populistas en casa. "Parece fácil, y enervante, creer que la policrisis está sobre nosotros", precisó.

Y sin embargo, en términos de riesgos, pareciera un prolegómeno para algo peor.

Según el "Informe de Riesgos Globales 2023", "la erosión de la cooperación geopolítica tendrá efectos dominó en todo el panorama de riesgos globales a mediano plazo, incluida la contribución a una policrisis potencial de problemas ambientales, geopolíticos y riesgos socioeconómicos entrelazados con la oferta y la demanda de recursos naturales".

Lo cierto es que no hay una explicación clara de lo que es una policrisis, pero sí un acuerdo más o menos amplio de que se trata de "la concatenación de choques, que generan crisis que desencadenan problemas críticos en otros sistemas que, a su vez, empeoran las dificultades iniciales, haciendo que el efecto combinado sea mucho, mucho peor que la suma de sus partes". En otras palabras, un círculo vicioso de crisis que interactúan y se retroalimentan.

Para el historiador británico, Niall Ferguson, la situación actual recuerda los prolegómenos de la Primera Guerra Mundial.

La llamada "Gran Guerra", 1914-18, devastó Europa y ayudó a facilitar la propagación de la pandemia de influenza a través de los movimientos de tropas y la censura de la información.

Los costos tanto de la guerra como de la pandemia debilitaron gravemente el orden de la posguerra, lo que provocó picos de hiperinflación, ideologías iliberales y democracias que se replegaron hacia adentro. "Todo eso ocurrió durante el comienzo de los locos años 20; el mundo se volvió mucho más oscuro una década después", consignó Vox al recoger una columna de Ferguson en el diario Financial Times.

Ciertamente, las crisis se han interconectado y una agrava la otra y así, ad-infinitum.

Al mismo tiempo, el juego de predicciones y augurios parece inacabable y no exacto, ya que a veces una crisis ayuda a aliviar o a prevenir al menos el crecimiento de otra, o al menos esa es la impresión de Daniel Drezner, de la Universidad de Tufts.

Pero eso no impide que cada país tenga su propia policrisis.

POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS