Las cifras del terremoto que golpeó a Türkiye y Siria son aterradoras: más de 36,000 muertos, 4,500 operaciones de rescate; más de 6,000 estructuras destruidas; 60,000 heridos y cientos de miles de desplazados.
La región es de las más pobres de Türkiye. Alberga a la mayoría de los refugiados, en particular sirios, que dicho país ha recibido en los últimos años. Algunos vivían en campamentos, pero una gran mayoría se habían establecido en las ciudades de la zona afectada: Gaziantep, Sanliurfa, Antakya, Mardin, Adiyaman.
La zona impactada tiene una población aproximada de 9 millones de habitantes. La ciudad más grande es Gaziantep, con cerca de dos millones de habitantes. La distancia entre Estambul y Gaziantep es de 1,139 kms. En automóvil, toma 12 horas recorrerlos.
La región se puede considerar la cuna de la civilización, ahí nacen los ríos Tigris y Éufrates, es la Alta Mesopotamia. Lugar de confluencia y confrontación de culturas milenarias, donde conviven –no sin tensiones- religiones diversas. El cristianismo ortodoxo y el catolicismo, los judíos y los musulmanes. Habitan la zona cristianos siriacos que aún hablan arameo, católicos armenios, cristianos griegos ortodoxos, musulmanes sunitas, musulmanes alevíes y chiitas. Diversas razas y etnias como los kurdos, los árabes, los turcos, los armenios.
Para muchos mexicanos los nombres turcos de esas ciudades ahora en ruinas quizás no nos digan mucho, pero fueron legendarias. Antakya, con casi 300 mil habitantes y ahora destruida, fue la antigua Antioquía sobre el río Orontes, donde San Pedro estableció la primera iglesia cristiana. Capital de la provincia romana de Siria. Ahí inició San Pablo su labor misionera. Sanliurfa es la antigua Edessa.
La solidaridad y ayuda a Türkiye no se hicieron esperar. México mandó a sus mejores especialistas y binomios caninos reconocidos en rescate de víctimas. La solidaridad mexicana ha abrumado a la embajada turca en México. No era de extrañar. Los turcos han sido siempre solidarios con México. Ambos países nos parecemos en muchos aspectos. Somos cuna de civilizaciones milenarias.
Siria ha encontrado innumerables problemas para rescatar a las víctimas del terremoto. Sin equipo, desgarrada por una guerra civil que ya había destruido a la gran ciudad de Aleppo, sujeta a sanciones internacionales, con una infraestructura deshecha y con parte del territorio afectado por el sismo controlado por las fuerzas de oposición al dictador Bashar Al-Assad. Es encomiable la donación para apoyar a Siria, vía Naciones Unidas, anunciada por México por 6 millones de dólares.
Además de las labores de reconstrucción, vendrán también reclamos políticos y cambios en Türkiye y Siria. Habrá elecciones parlamentarias y presidenciales en Türkiye el 14 de mayo. En Siria, continúa la dictadura, ¿por cuánto tiempo?
POR MARTHA BÁRCENA COQUI