En esta semana ha dado un giro importante el panorama de facilitaciones y mediaciones en la región mesoamericana y latinoamericana. La emergencia por los incendios forestales que azotan gran cantidad del territorio chileno y el anuncio de la liberación y deportación de más de 200 presos políticos en Nicaragua son parte.
Por más de siete días, Chile enfrenta los peores incendios en su historia reciente.
Una decena de países han respondido con solidaridad, sumándose a los contingentes de apoyo ante la emergencia que ocupa y preocupa por su impacto para el conjunto de la región. A la fecha se cuentan más de 20 muertos, amplias zonas afectadas y 6 mil damnificados.
México mantiene el desplazamiento de contingentes en dos de las tres regiones forestales afectadas, con 300 expertos que continúan realizando su labor en el terreno. Ésto cuando el país anuncia su aporte monetario al mecanismo de Naciones Unidas de atención a las víctimas de los terremotos en Siria y mantiene su colaboración ante los efectos de estos en Türkiye.
El otro acontecimiento regional de alta importancia es la excarcelación de presos por razones políticas de Nicaragua a Estados Unidos de América el jueves pasado, hecho sin precedentes.
En situación de deportación, despojados de su calidad de ciudadanos posteriormente.
El gobierno nicaragüense anunció la acción unilateral, que involucró la acogida de los liberados en la Ciudad de Washington y su acogida posterior por la diáspora nicaragüense. Fue la vicepresidenta Rosario Murillo quien se comunicó con el gobierno estadounidense con respecto a la liberación de los 222 presos políticos, según lo dió a conocer el Presidente de Nicaragua.
Se suma la oferta del gobierno español para otorgar la nacionalidad española a quienes salieron y a los que se encuentran en las misma condiciones de reclusión al interior de Nicaragua, entre ellos el obispo nicaragüense Rolando José Álvarez Lagos, condenado a más de 26 años de prisión, quien se negó a salir en esas condiciones.
La liberación de los presos nicaragüenses coincidió con él encuentro América Latina, Retiro sobre Mediación que congregó a expertos en facilitación y mediación de la región, organizado por el Centre for Humanitarian Dialogue con sede en Ginebra, las cancillerías de mexicana y de Noruega en México el 8 y 9 de febrero en el marco del mecanismo del Foro de Oslo, espacio de convergencia para la mediación de paz.
En la ruta de la distensión regional también inició la 2a etapa de negociación entre el gobierno de Colombia y la organización guerrillera Ejército de Liberación Nacional inaugurado el lunes 13 de febrero, que cuenta con el respaldo de los países garantes, los de acompañamiento, Naciones Unidas y la presencia de la Iglesia católica.