El día jueves de la semana pasada un tribunal anunció la liberación de 222 presos políticos los cuales fueron enviados a Estados Unidos en calidad de desterrados, en voz de Octavio Rothschuh, presidente de la Sala Uno del Tribunal de Apelaciones de Mangua, se informó que los excarcelados fueron declarados traidores a la patria, inhabilitados de forma perpetua para ejercer cargos públicos y ser postulados a cargos de elección popular; un poco más tarde el Parlamento nicaragüense informó que las personas liberadas perdían, también de forma perpetua, su condición de ciudadanos.
Los liberados recibieron visa humanitaria de parte del gobierno norteamericano, por lo que académicos, políticos, defensores de derechos humanos, líderes estudiantiles permanecerán en ese país; entre otros, fueron liberados la ex precandidata presidencial Cristiana Chamorro y su hermano y exministro Pedro Joaquín Chamorro, el académico Félix Maradiaga, el activista estudiantil Lesther Alemán y la exguerrillera sandinista Dora María Téllez. Solo un obispo de la iglesia católica rechazó ser desterrado y fue condenado anticipadamente a 26 años de prisión, se trata de monseñor Rolando Álvarez de la diócesis de Matagalpa.
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, expresó que no se había pedido nada al gobierno de los Estados Unidos a cambio de la liberación de presos, sin embargo, la sorpresiva determinación de excarcelar a opositores políticos, dicen los expertos, es un gesto de Ortega para que las disminuyan las sanciones económicas que Norteamérica ha impuesto a su gobierno por la degradación de la democracia en ese país.
Daniel Ortega es un excombatiente Sandinista que luchó contra la dictadura de la dinastía Somoza, líder del partido Frente Sandinista de Liberación Nacional, por el que ha sido en diversas ocasiones candidato y presidente de Nicaragua; actualmente suma 17 años consecutivos al frente del poder ejecutivo y acumularía 22 años al final de su actual mandato. La esposa de Daniel Ortega, Rosario Murillo, ha pasado de ser la portavoz del gobierno en 2001 a vicepresidenta electa en 2017; hace unos días, en el marco de la excarcelación de presos políticos, Daniel Ortega solicitó en cadena nacional al Parlamento nicaragüense, se realicen
las modificaciones constitucionales para que Murillo ocupe la función de copresidenta.
En las elecciones generales de 2021 Daniel Ortega obtuvo su quinto triunfo al hilo con el 75% de los votos, resultado que fue ampliamente cuestionado por la comunidad internacional, luego de que en ese proceso electoral el régimen de Ortega ordenara la detención de líderes opositores, entre ellos a la candidata más competitiva Cristiana Chamorro. Desde entonces el gobierno de Ortega ha sido señalado por la sistemática violación a derechos humanos en ese país, han sido la OEA, la CIDH y el Papa Francisco los que recientemente se han pronunciado en ese sentido.
POR ABELARDO RODRÍGUEZ DESALES