24 de Noviembre de 2024

DEFINICIONES / ¿Por qué García Luna decidió callar? / MANUEL LÓPEZ SAN MARTÍN

columnas heraldo

 

 

El juicio se ha convertido en un asunto de narrativas, en una guerra de saliva, donde pesan las palabras más que las pruebas. Pero así sean solo dichos, y no pueden darse por válidos a ojos cerrados, tampoco pueden descalificarse ni minimizarse. ¿Qué incentivo tienen agentes de la DEA en activo para mentir, por ejemplo?

No puede asegurarse, a estas alturas, que el exsecretario de Seguridad Genaro García Luna trabajaba para el cártel de Sinaloa y estaba al servicio de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, pero tampoco puede descartarse. Son demasiados testimonios en el mismo sentido. Es inverosímil que decenas de testigos que han declarado ante el jurado en la Corte este de Brooklyn, en Nueva York, mientan coordinadamente, cuando son tan elevadas las penas por falsedad de testimonio en EU.

Podría afirmarse que un criminal confeso que está buscando una reducción en su pena es capaz de decir cualquier cosa, y sí. Pero, ¿agentes de la DEA en activo? ¿personas sin sentencia ni procesos judiciales abiertos? ¿Por qué mentirían?

La defensa de García Luna parece estar convencida de que, sin elementos de prueba tangibles, su cliente estará a salvo.

"No hay un solo chat, llamada, video, documento, foto, nada que pruebe este supuesto nexo criminal. ¿Y el dinero? No existe", dijo en el primero de sus alegatos el abogado de Genaro García Luna, Cesar de Castro el 23 de enero pasado, en la primera semana de audiencias. Ayer terminaron los alegatos, y no hubo, en efecto, ningún “chat, llamada, video, documento, foto”. Aparecieron, por el contrario, 26 testigos (de 70 que en un inicio se aseguró hablarían), e imágenes de propiedades y vehículos. Nada más.

Claro, resulta ilógico pensar que habrá un recibo que ampare los supuestos sobornos entregados a García Luna, o una fotografía o video de él recibiéndolos. Por eso la apuesta es desacreditar las palabras para que, a falta de elementos, los dichos se diluyan. La Fiscalía no parece haber preparado bien el caso.

El jurado deberá decidir con base en testimonios. En ese sentido, es ilustrativo que el secretario de Felipe Calderón decidiera no subir al estrado para defenderse y que su voz se escuche. En su lugar, su esposa tomó la palabra.

Cierto, el jurado no podrá sopesar pruebas, pero sí afirmaciones. Y en ellas, hay una narrativa que parece consistente: García Luna es millonario y fue servidor público toda su vida con excepción de los seis años previos a su detención; se le acusa de recibir sobornos de manos de un grupo criminal (cártel de Sinaloa) y proteger a su líder (‘El Chapo’); la organización que lo habría sobornada fue la menos golpeada pese a ser la más violenta durante los años que él fue secretario (el cártel fue responsable de 6 de cada 10 asesinatos entre 2006-2012, según el exsecretario de Gobernación en el último tramo del calderonismo, Alejandro Poiré) y su cabeza (Guzmán Loera) no fue detenido en todo el sexenio; y la violencia se disparó en México (150% más homicidios de 2006 a 2012) con él como responsable del combate a la inseguridad.

¿Recibió sobornos millonarios García Luna? No lo sabemos. Pero sí sabemos muchas otras cosas que, unidas, forman un rompecabezas. ¿Cómo lo armarán los integrantes del jurado? Estamos a punto de saberlo.

POR MANUEL LÓPEZ SAN MARTÍN