24 de Noviembre de 2024

DES... PROPÓSITOS / México: Inflación creciente / AGUSTÌN GARCÍA VILLA

columnas heraldo

 

 

Como la mayor parte de los países, México no ha escapado al problema inflacionario desatado a raíz de la pandemia que ha afectado al mundo en los últimos tres años y que se recrudeció vía los efectos de la abominable guerra promovida por Putin en Ucrania. La paralización de procesos productivos a nivel mundial desembocó en la irrupción de cadenas productivas a todos niveles, ocasionando la escasez de una gran cantidad de bienes y servicios, lo que implicó una gran subida internacional de precios como no se había visto en los últimos 40 años.

Afortunadamente, los últimos indicadores internacionales muestran ciertas mejorías lo que ha ocasionado una reducción en el crecimiento del índice inflacionario. Las cadenas productivas globales se han ido reconstituyendo y, por tanto, la demanda por bienes y servicios se ha venido despresurizando, la oferta de microchips se ha estabilizado, los precios del petróleo se han reducido a niveles menores de los existentes antes de la agresión bélica de Putin en contra de Ucrania, conduciendo todo ello a un mayor optimismo respecto a las expectativas económicas de mediano y largo plazo.

En México, sin embargo, no ha sido posible reducir el crecimiento de los precios y el índice inflacionario que parecía estar cediendo en noviembre pasado y que ha vuelto a repuntar en los meses de diciembre y enero, lo que es preocupante.

A fin de aminorar el crecimiento inflacionario las autoridades gubernamentales mexicanas optaron, en mayo pasado, por llevar a cabo un pacto con empresas productoras y distribuidoras, denominado Paquete Contra la Inflación y la Carestía(PACI), mismo que fue ratificado en octubre pasado, a través del cual se buscaba mantener el precio de 24 productos básicos; en paralelo llevó a cabo la reducción de tarifas arancelarias de algunos productos importados necesarios para el desarrollo de procesos productivos, al tiempo que la autoridad monetaria (Banco de México) decidió incrementar el nivel de su tasa de interés base buscando reducir la demanda de bienes y servicios y, con ello, frenar la tasa de crecimiento del índice inflacionario.

Lamentablemente, las medidas tomadas por las autoridades no han tenido el efecto deseado. De los 24 productos básicos que comprendía el PACI, 14 subieron de precio, en tanto que la reducción de algunos aranceles de productos importados no fue muy efectivo, pues gran parte de éstos insumos se importan de países con los que se tienen signados acuerdos comerciales, por lo que de poco o nada sirvieron las medidas tomadas.

Respecto a la subida de la tasa de interés base del Banxico, también existen dudas de que tan efectivo es este tipo de mecanismos ante una embestida inflacionaria cuyo origen ha sido diferente a las experimentadas en el pasado. La de hoy, es una inflación básicamente generada por disrupciones productivas derivadas del paro productivo mundial ocasionado por la epidemia de la COVID-19 y no por movimientos de precios y aumentos de salarios que ha sido lo habitual.

Lo más preocupante del crecimiento actual de la inflación en México es que dentro de los componentes del índice el que registra los mayores crecimientos en los últimos meses es el referente a servicios –también llamados por los economistas “bienes no comerciables internacionalmente”–, dentro de los que se encuentran rentas de viviendas, servicios de restaurantes, reparación de aparatos, servicios de la construcción, servicios domésticos, mensajerías y otros servicios personales, etc., lo cual influye severamente al índice general inflacionario.

Parecería, entonces, que la solución al problema inflacionario esta más por el lado de una mayor productividad, y el aumento de los niveles de inversión productiva, ya sea nacional o extranjera, como el recientemente anunciado proyecto de Tesla en Nuevo León, que por el lado de acuerdos para la contención de los precios de productos básicos o la reducción de unos cuantos rubros de aranceles.

Si bien los instrumentos de política monetaria como lo son los ajustes de la tasa de interés base, tienen efectos positivos que pueden ayudar a corregir los efectos inflacionarios, por sí solos no lo pueden lograr; se requiere forzosamente de una serie de medidas conjuntas, como se ha hecho en muchos otros países, para poder controlar el crecimiento de los precios.

POR AGUSTÍN GARCÍA VILLA