27 de Noviembre de 2024

MUJERES EN ACCIÓN / Después del 8M, ¿Qué sigue? / LAURA ESQUIVEL TORRES

columnas heraldo

 

 

Dieron las siete de la tarde y mientras terminábamos de ocupar el Zócalo de la Ciudad de México, el tránsito comenzaba a reanudarse y entre pancartas, pañuelos y puestos ambulantes, unidas por la misma causa, al regresar a nuestras casas muchas reflexionábamos, ¿Qué sigue?

Mientras mas 90 mil mujeres marchamos solo en la Ciudad de México, mataron a 11 mujeres, igual que ayer, igual que mañana. Ese día, los casos sumaron a 17 mil 138 víctimas desde diciembre de 2018. Las mujeres asesinadas ascienden hoy a 17 mil 204. La Ciudad ha regresado a la normalidad.

Después del 8M, las decenas de vallas metálicas de tres metros que blindaron al presidente y a su Palacio y las 800 policías con sus escudos antimotines, desaparecieron. Solo entonces, el presidente podría dejar de refugiarse de las feministas, las madres buscadoras, los familiares de las víctimas de feminicidio, las maestras, periodistas, legisladoras, niñas y adultas mayores que, con rabia y coraje, exigimos justicia.

Esas vallas, colocadas desde un día anterior, que evidencian el gran desprecio que este gobierno tiene hacia las mujeres, que pretende no vernos ni escucharnos, que fácil resulta mirar con indolencia desde un palacio amurallado.

Esas mismas vallas fueron intervenidas desde el 7M con más de mil nombres de mujeres históricas, madres buscadoras y sobrevivientes del 68. Entre ellas, estaba escrito el nombre de Osbelia Quiroz, mujer defensora del territorio tepozteco. Ahí escribieron  “Mujeres que luchan. La glorieta se queda”, en defensa de la Glorieta de las Mujeres que Luchan que Claudia Sheinbaum busca reemplazar.

Asistimos miles, pero no todas estuvieron ahi. No todas tienen el privilegio de no ir a trabajar, parar sus estudios o dejar encargadas sus labores de cuidados. Las mujeres que están en la informalidad, sosteniendo la base de nuestra economía como siempre ha sido, alimentaron e hidrataron a las miles de marchantes.

Pero después del 8M, ¿Qué sigue? Sigue exigir que se apruebe la tipificación de la violencia vicaria en la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia (LGAMVLV), y que se incorporen la Ley Monzón, la Ley Monse y la Ley Violencia Ácida en el Código Penal Federal. Que saquen de la congeladora la iniciativa que homologa el tipo penal de feminicidio en todo el país.

Sigue involucrarnos con la sociedad civil para reconstruir el tejido social. Es momento de organizarnos para apoyar a los refugios de mujeres violentadas y estancias infantiles.

La lucha no empieza ni termina cuando te vistes de morado, ni cuando subes las fotos de la marcha a Instagram y Twitter. No termina cuando llegaste al Zócalo y alzaste tu pancarta . Esta lucha nos invita a desaprender y a construir todos los días desde donde estamos y con las herramientas que tengamos a la mano. El 8M no es una efeméride, es la convicción y compromiso de una lucha con todas y para todas.

Laura Esquivel Torres