La actividad del ser humano, el uso y abuso de los recursos naturales, la contaminación de cuerpos de agua como ríos, océanos, mantos freáticos y cuerpos de agua en general, el uso exhaustivo de combustibles fósiles durante siglos, así como la falta de una gestión correcta de residuos, provocan consecuencias fatales para el planeta entero. Aumentan los gases de efecto invernadero (GEI), la temperatura se eleva y atestiguamos fenómenos meteorológicos cada vez más intensos e inusuales, como huracanes, tornados y trombas o sequía intensa.
La emergencia climática está aquí y solucionarla no depende sólo de discursos y buenas intenciones. Tomar conciencia y actuar con rapidez, con una legislación de avanzada es un buen principio para combatirla, por el bien de todos y la sostenibilidad
del planeta.
En 2012, México se convirtió en el primer país en desarrollo en tener una Ley General de Cambio Climático (LGCC), con el objetivo de reducir el impacto de este fenómeno global. Esta ley se creó para garantizar el derecho a un medio ambiente sano; establecer facultades al gobierno federal, estatal y municipal para elaborar y aplicar políticas públicas que permitan mitigar las emisiones de GEI; fomentar la difusión en materia de cambio climático, a través de la educación y la investigación; y promover la transición hacia una economía competitiva, sostenible y de bajas emisiones de carbono. Además, contempla la creación del Fondo para el Cambio Climático, para financiar las acciones que ayuden a dar respuesta a esta situación.
El rescate climático y ambiental es un compromiso permanente, por ello, durante la LXIV Legislatura, en el Senado de la República aprobamos reformas que fortalecen la Ley General de Cambio Climático y con ello incorporamos los objetivos y conceptos al cumplimiento de tratados internacionales, como el Acuerdo de París.
La naturaleza no nos necesita para existir, pero nosotros sí la necesitamos para sobrevivir. La Ley General de Cambio Climático es un hecho fundamental para avanzar ante la emergencia climática, pero aún queda mucho por hacer. Además de atender el calentamiento global, la regulación debe contemplar la relevancia de preservar nuestros recursos naturales más valiosos: los ecosistemas, la diversidad biológica y el agua.
En la Comisión de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Cambio Climático, que me honro en presidir, impulsamos temas vinculados a la Ley General de Cambio Climático, al tema energético y hemos establecido la importancia de transitar a energías limpias, renovables y asequibles, así como la transformación de basura en energía. Nuestro objetivo es contribuir a que a nivel global se reduzcan las emisiones que contaminan el planeta.
En palabras de Albert Einstein: “El mundo no será destruido por los que hacen el mal, sino por los que miran sin hacer nada”.
Es momento del planeta.
Es momento de pensar, actuar y transformar para vivir.