23 de Noviembre de 2024

DIPLONOTAS / Los juegos nucleares de Rusia / Beata Wojna

columnas heraldo

 

 

El presidente de Rusia anunció este fin de semana que su país desplegará armas nucleares tácticas en Bielorrusia donde el 1 de julio se finalizará la construcción de facilidades para almacenarlas. Dijo también que en Bielorrusia ya se encuentran diez aviones equipados para usar armas nucleares y que a partir del 3 de abril iniciará el entrenamiento de las tripulaciones. Asimismo, recordó que Rusia entregó antes a su vecino un conjunto de misiles Iskander que pueden ser equipados con armas nucleares.

Cualquier anuncio de parte de Rusia relativo a las armas nucleares genera temor y ya hemos vivido varias alertas desde cuando inició la invasión rusa a Ucrania. ¿Ahora bien, hay motivos reales para preocuparse en esta ocasión? Las armas nucleares es un tema serio, sin duda, aunque hay al menos tres aspectos que nos permiten analizar el anuncio de Putin con más matices.

Primero, recordemos que pocos días después de la invasión rusa en Ucrania, Bielorrusia renunció a su estatus del país no nuclear y cambió su constitución al respecto, abriendo la posibilidad del estacionamiento de las armas nucleares rusas en su territorio. No es pues una novedad y se esperaba que antes o después podría materializarse. Putin aprovechó el anuncio del Reino Unido de enviar a Ucrania los poderosos proyectiles con uranio empobrecido para anunciarlo.

Segundo, Rusia tiene un arsenal nuclear de casi 6 mil ojivas. Mover una pequeña parte de él hacia su vecina Bielorrusia tiene un significado político en un contexto de estancamiento en el frente militar de Ucrania. Se trata nuevamente de chantajear al Occidente con lo nuclear, para que no apoye a Ucrania. En la práctica, no cambia la posición nuclear de Rusia que ya en 2016 desplegó en el cercano Kaliningrado ruso los misiles Iskander que pueden lanzar armas nucleares tácticas en un radio de unos 500 km. Putin recalcó que Rusia mantendrá control sobre las armas en Bielorrusia y sería una situación similar a la de los Estados Unidos con un centenar de ojivas desplegadas en Alemania, Bélgica, Italia, Países Bajos y Turquía.

Tercero, y lo más importante, las reacciones del Occidente son tranquilizadoras. “No hemos visto ningún cambio en la postura nuclear de Rusia que nos lleve a ajustar la nuestra” dijo la portavoz de la Alianza Atlántica. En el mismo tono se expresó el representante del Consejo de Seguridad Nacional de los Estados Unidos. Eso no significa obviamente que el comportamiento nuclear de Rusia no preocupa por su peligrosidad e irresponsabilidad. De hecho, la OTAN ha realizado numerosas reuniones al respecto, así como ejercicios y vuelos de entrenamientos de aviones de combate para manifestar sus capacidades disuasión y defensa.

Desafortunadamente, todo parece indicar que los juegos nucleares de Rusia no cesarán pronto y tendremos que acostumbrarnos al “irresponsable ruido de los sables nucleares de Rusia”, tal como la OTAN definió el comportamiento nuclear de Rusia en su Informe Anual publicado en marzo de este año.

POR BEATA WOJNA