Donald Trump irá a juicio después de una investigación que versa sobre pagos subrepticios a una actriz de la industria del entretenimiento para adultos. Esta investigación data de las elecciones presidenciales de 2016.
Su defensa ha esgrimido que es la “persecución política y de interferencia electoral más grande en la historia”. Trump enfrenta más de 30 cargos que se relacionan a diversas prácticas fraudulentas.
La investigación -que inició cuando Trump todavía habitaba la Casa Blanca- tiene que ver con un pago de 130,000 dólares a Stormy Daniels a finales del 2016. “Creo que esta caza de brujas será contraproducente para Joe Biden”, dijo el expresidente en un comunicado el jueves. A pesar de que sea encontrado culpable Trump podrá contender por el ticket republicano y llegar a la presidencia. La victimización rinde frutos. Lo hemos padecido en carne propia.
Su amigo, el presidente López Obrador salió en su defensa “está declarando el presidente Trump, el expresidente Trump, que lo van a detener, creo que hoy, por un asunto presuntamente amoroso. Si fuese así, pues todo mundo sabría, porque no nos estamos chupando el dedo, que es para que no aparezca en la boleta electoral". Los dos han hecho mancuerna: cómplices en materia migratoria y tapadera cuando se trata de ignorar sus punciones autoritarias.
Trump –que ha sido uno de los aliados más sólidos del presidente López Obrador- inició una campaña persecutoria y de desprestigio en contra de los mexicanos que han migrado hacia Estados Unidos y la comunidad latina. Los mexicanos en el exterior (los ausentes siempre presentes) tienen gran ascendencia sobre sus familias y han adquirido un poder electoral pivotal.
El poder económico y la influencia política de los mexicanos en el exterior tiene mucho peso. De acuerdo con información del Censo estadounidense, 37 millones de personas de origen mexicano viven en Estados Unidos, es decir, 62 por ciento de los Latinos. Desde el año 2000, la población de origen mexicano creció 76 por ciento.
En noviembre del próximo año habrá comicios electorales en Estados Unidos. La campaña del presidente Trump se centrará en frenar el flujo migratorio y en la promoción de incursiones militares a territorio nacional para combatir cárteles. Aliarse con el expresidente no solo es una traición a los mexicanos que viven allende la frontera, también iría en contra de los intereses nacionales.
Es necesario un acercamiento con nuestras comunidades en el exterior. Las omisiones y yerros de la Cancillería y el gobierno afectan directamente a nuestros paisanos y a la soberanía nacional. Juan Trump ha cometido un acto de deslealtad imperdonable con nuestros paisanos. Y está por cometerlo con el resto de los mexicanos. Cambiemos el rumbo. No solo es una medida pragmática de sobrevivencia elemental sino de humanismo básico.
POR ALEJANDRO ECHEGARAY