Para Noriteru Fukushima, embajador del Japón en México, desde 2020 "ha soplado un viento favorable para México que no sólo deben aprovechar las empresas japonesas, sino las provenientes de China, Corea del Sur, Estados Unidos y las europeas".
Es lo que el diplomático definió como "un tercer momento de oportunidad". Los dos primeros, dijo en una conversación con El Heraldo de México, fueron la entrada en vigor del TLCAN en 1995 y en 2010, después de la crisis de 2008, que afectó a muchas inversiones del mundo.
"Debemos confiar en México no sólo porque es un país muy atractivo con gran potencial y su gente es muy trabajadora y capaz, sino porque detrás de todo esto hay una relación muy larga de amistad" entre Japón y México. Y en ese sentido, añadió, "es un país estratégicamente muy importante con muchísimas posibilidades para las empresas japonesas.
El embajador Noriteru destacó la creciente relación entre los dos países desde la firma del Acuerdo de Asociación Económica entre México y Japón (AAEMJ), en 2005. Es un testigo privilegiado: entonces era parte del personal de la Embajada japonesa que hoy encabeza.
"En ese momento, por ejemplo, el número de empresas era de alrededor de 300, pero hoy en día tenemos 1,300 empresas japonesas establecidas en México. Esto quiere decir que hubo un aumento de mil empresas más, lo que representa el total de empresas japonesas establecidas en los demás países de América Latina".
Más aún, precisó, el volumen de intercambio comercial bilateral se duplicó y del lado de México casi se triplicó. En cuanto a la inversión, en 2004 la inversión japonesa acumulada en México era de alrededor de 4 mil millones de dólares, pero desde 2022 ha alcanzado más de 30 mil millones de dólares.
Señaló, sin embargo, que la cantidad de empresas o el monto de inversiones japonesas en México no ha cambiado desde 2019, lo que implica una desaceleración si se compara con el crecimiento previo. Anotó que hay reinversión, sobre todo en el sector automotriz. Auguró, además, una nueva etapa, en la que se esperan nuevas y más inversiones.
Una ventaja de México, comentó, el ser parte de América del Norte, porque es una buena plataforma de reexportación.
"México tiene varias ventajas por eso y la relocalización de la producción global o nearshoring, que está de moda, es una oportunidad", dijo el diplomático, para quien "se debe aprovechar más la integración regional y sectorial que se tiene en América del Norte".
De hecho apuntó vientos positivos para sectores como los autos eléctricos, la industria de los semiconductores, las energías renovables, la industria farmacéutica, "como bien se trató en la reunión de los mandatarios de Norteamérica".
Esto ayudará no sólo a los inversionistas de Japón, sino también para otros países de la región de Asia-Pacífico como China y Corea del Sur, que han aumentado también sus flujos comerciales y de inversión con México en los últimos años.