Cada vez parece más probable que la próxima elección estadounidense vuelva a ser una medición de fuerzas entre el ahora presidente Joe Biden y el expresidente republicano Donald Trump, y como en 2016 los problemas legales y de género del mandatario dominan el panorama polìtico.
Mientras Biden enfrenta problemas de gobierno como la posibilidad de que Estados Unidos no pueda elevar su límite de endeudamiento o la crisis de migración en la frontera con México, la atención está en los problemas de Trump y consecuentemente, del Partido Republicano que controla.
El exmandatario fue condenado a pagar cinco millones de dólares a la escritora Jean Carroll, no por una violación que según la mujer ocurrió en una tienda de departamentos en la década de los 90, sino porque el jurado, tras deliberar por 90 minutos, consideró posible el hecho, pero sentenció por agresión sexual y difamación.
Y ahí se plantea el problema que enfrentan Trump y sus seguidores, una buena parte del público estadounidense lo considera capaz de lo peor o le tiene miedo.
Nadie cree que Trump pierda, por lo pronto, su dominio sobre un partido que se ostenta como defensor de valores morales, pero donde la base no parece tener problemas con su "mensajero fallido" que está cómodamente a la cabeza de los aspirantes a la candidatura presidencial.
El exgobernante se queja ahora de ser víctima de una "cacería de brujas". Pero el hecho es que enfrenta un problema con una gran parte de las mujeres, una creciente fuerza en el electorado estadounidense, con minorías étnicas, religiosas y sociales.
Con todo, es cierto también que en 2016 no sólo no se esperaba que fuera el candidato republicano sino tampoco que fuera a vencer en los comicios de ese año. Pero una combinación de factores, de la reacción por haber tenido un presidente negro (Barack Obama) a la candidatura de Hillary Rodham Clinton, llevó a los republicanos y parte del público estadounidense a pasar por alto sus exageraciones, su terrible reputación empresarial y sus anécdotas y expresiones sexuales.
Ahora existe la misma duda, pero esta vez parece que hay más republicanos dispuestos a desafiar el dominio de Trump sobre su partido, aunque al menos dos de ellos parecen listos a correr a la derecha del exmandatario.
Una mayoría de los analistas estadounidenses se pregunta si ese predominio seguirá después de la catarata de acusaciones aún pendiente, que van de sus tramposos intentos por interferir en las elecciones de 2020 a su posible responsabilidad por el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021, que ya costó penas de cárcel a cientos de sus seguidores, y los resultados de indagaciones sobre el manejo de documentos secretos descubiertos en su casa.
Las últimas encuestas señalan que si las elecciones fueran hoy, Trump vencería al demócrata Joe Biden. Pero a 14 meses de que los republicanos elijan candidato y 18 de las elecciones, eso no significa mucho todavía.
POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS
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@CARRENOJOSE1