Algo que está en el debate en los últimos años ha tenido que ver con la relación entre regiones, ha sido el cómo establecer mejores lazos entre ellas, como la que se ha dado en nombrar cooperación entre el sur y el sur, para la que se han anunciado próximos pasos.
La Primera Reunión de la Conferencia Regional sobre Cooperación Sur-Sur de América Latina y el Caribe se realizará en Santiago de Chile, en la sede de la Comisión Económica para América Latina y El Caribe, del 30 al 31 de mayo de este año, uno de los focos es cumplir con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de la ONU, año que se acerca cada vez más.
Cada vez es más frecuente observar que representaciones de una se hacen presentes en las reuniones regionales más importantes de otras. En esta conferencia regional latino caribeña se tendrá la participación intergubernamental contará con la participación de organismos regionales, además de representaciones del Sistema de las Naciones Unidas.
Se prevé la participación de las agencias de cooperación y ministerios responsables de las relaciones exteriores de los países de la región, así como europeos y españoles. Uno de los temas a abordar es lo que se llevará a la Tercera Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe con la Unión Europea a realizarse del 18 al 18 de julio de 2023.
Los temas que se abordarán incluyen los desafíos de la cooperación para el desarrollo en el nuevo contexto mundial, en el que cada vez hay mayores demandas, cada vez más variadas por parte del resto del mundo.
Se abordará por primera vez en ese contexto los que y como de la valoración y evaluación de la cooperación Sur-Sur y triangular, lo que supone cada vez mayor demanda en transparencia y claridad sobre prioridades, sistemas de evaluación, indicadores de corto y mediano plazo, que cruza por un momento difícil ante el contexto actual
Otro aspecto es la gestión integral de riesgos y desastres naturales, que como es sabido, son crecientes tanto por razones humanas, como resultado de la acción de la naturaleza, o bien por orígenes mixtos que implican retos exponenciales para todos, afectados y quienes actúan para prevenir, atender ante crisis y emergencia, o para las acciones posteriores que implican recuperación.
Algunos países han sido considerados tradicionalmente como donantes, y otros como receptores. Sin embargo, las últimas emergencias que han tenido impacto en las condiciones socioeconómicas en algunos países, así como los conflictos actuales en la región y fuera de ella, han demostrado que en cualquier momento un país puede cambiar de condición en este aspecto.
Esta Conferencia tiene altas implicaciones para países donantes, actores regionales y de fuera de la región. Representará además una voz en los próximos trabajos de las Naciones Unidas, por lo que no sería deseable escatimar su importancia y valor.
POR GUADALUPE GONZÁLEZ CHÁVEZ
