En 2021 se reveló que 1,500 millones de datos personales de usuarios de Facebook fueron filtrados y vendidos ilegalmente, incluyendo nombres, direcciones y mails. Este escándalo no tuvo consecuencias legales, no pasó nada. No hay responsables ni sanciones para las plataformas que comercializan con nuestros datos e información. A cambio de una falsa idea de libertad, inmediatez, conectividad, bienestar y futuro, las plataformas extraen lo que hacemos, lo que decimos y lo que deseamos.
A esto se suman cientos de problemas como el acoso, la censura, la desinformación y los sesgos de los algoritmos de las redes sociodigitales que promueven y refuerzan la discriminación en contra de las mujeres o grupos históricamente vulnerables, por citar algunos ejemplos.
Este grave problema exige la creación de marcos que regulen a las plataformas sociodigitales. En México no hay legislación y la discusión ha sido marginada, esto responde a la falta de interés o desconocimiento en la materia de los grupos parlamentarios y por la influencia de las propias plataformas para que no haya discusión.
Por ese motivo, desde el Tlatelolco Lab del Programa Universitario de Estudios sobre Democracia, Justicia y Sociedad (PUEDJS) de la UNAM, dimos el primer paso y construimos en múltiples reuniones de trabajo nacionales e internacionales junto a decenas de especialistas y organizaciones un Decálogo de Derechos Digitales.
La propuesta que se ha construido durante dos años busca proteger y reconocer los derechos humanos en las plataformas sociodigitales a partir de modificar más de 80 artículos de 10 diferentes leyes generales y federales en la materia. Sin embargo, para que esto suceda necesitamos de tu apoyo.
Acompáñanos el próximo 28 de junio en esta defensa colectiva, te invitamos al Senado de la República a las 12 horas en la Sala de Comparecencias para iniciar las Mesas de Trabajo del Parlamento Abierto del Decálogo de Derechos Digitales.
POR JULIÁN ATILANO