Desde el 2020 y hasta la fecha, el peso lleva acumulado una apreciación aproximada del 33% con respecto al dólar. Se ha situado como una de las monedas más fuertes en el exterior, fijándose en los últimos días en 17.68 unidades por dólar, de acuerdo con el Banco de México (Banxico).
Las razones del superpeso obedecen a que los indicadores económicos han mostrado un mejor desempeño que el esperado en los dos últimos años. Así como al fortalecimiento del intercambio comercial entre México y Estados Unidos, al flujo cuantioso de remesas que han llegado al territorio y también a que la Reserva Federal del vecino país del norte ha subido mesuradamente sus tasas de interés.
La apreciación del peso favorece directamente a aquellas empresas que importan materias primas, mercancías o servicios en el exterior y los venden en nuestro país a precios más competitivos que meses atrás. Se estima que habrá un mayor volumen de importaciones, mayor disponibilidad de mercancías extranjeras en el comercio interno y la actividad económica por la comercialización de esos productos fortalece el poder adquisitivo de los compradores.
Además, esta apreciación del peso permite una disminución en las presiones inflacionarias, baja el costo de deudores en dólares, incentiva el turismo extranjero y permite que lleguen grandes cantidades de capital extranjero. Lo anterior aunado a la ubicación geográfica de México, su cercanía con el mercado más grande del mundo gracias al T-MEC y la estabilidad económica y política que se tiene en el país.
Cabe señalar que las empresas exportadoras e importadoras son las que resienten los efectos de cualquier volatilidad cambiaria y siempre deben estar pendientes de cualquier variación que pudiera impactar la rentabilidad de sus negocios. La tendencia en el corto plazo muestra que el peso seguirá manteniéndose fuerte y promediando entre 17.8 a 18.5 pesos por dólar hasta el cierre del presente año.
En este momento, los beneficios se perciben para el consumidor mexicano, toda vez que se importa más barato y con ello se ayuda a atemperar la inflación, lo que es muy positivo.
Por otro lado, algunos analistas refieren que una apreciación fuerte perjudica a industrias como la textil, del calzado y electrónicos quienes están siendo perjudicados al incrementarse los costos de sus exportaciones, repercutiendo en que estos sectores sean menos competitivos.
Las opiniones son encontradas, pero son más las voces que mencionan que la apreciación del peso actualmente es positiva. Se estima que en algún momento se llegará a un punto de equilibrio en el cual se espera que no produzca afectaciones a los sectores productivos.