Una década se ha cumplido desde la promulgación de la Reforma Constitucional de Telecomunicaciones de junio de 2013, entre los efectos más evidentes se registra un descenso significativo de los precios de los servicios, circunstancia que ha generado un creciente acceso, mayor asequibilidad y contratación de servicios, la intensificación en el uso de datos, entre otras condiciones benéficas para los usuarios finales.
De acuerdo con el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) en su Componente de Comunicaciones, elaborado por el INEGI, entre junio de 2013 y mayo de 2023, la caída de precios fue de 30.8% de manera acumulada en términos nominales.
En términos reales, es decir, descontando la inflación acumulada, la reducción de precios ha sido mayor, al alcanzar (-)55.9%. Todos los servicios registran menores precios en términos reales. En el caso de internet es de (-)24.6% y de TV de paga (-)18.3% entre junio de 2013 y mayo de 2023.
En perspectiva internacional, previamente México era el país más caro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y uno de los más caros de todo el mundo. A la fecha, se ubica entre los 6 países con la mayor caída de precios de referida organización, en términos del Índice de Precios al Consumidor del Sector de las Telecomunicaciones.
La Unión Internacional de Telecomunicaciones (ITU por sus siglas en inglés) ubica a México entre los países con menor precio promedio de la banda ancha fija (BAF) con un nivel de $31 dólares PPA en la región de Latinoamérica, tan solo por arriba de Costa Rica ($28) y de Puerto Rico ($27).
Al obtener el costo de la banda ancha fija como proporción del PIB per cápita mensual, en México solo se requiere 2.1% del total para cubrir este gasto. Mientras que en países como Honduras, Nicaragua, Belice, El Salvador, Guatemala y Argentina superan el 5.7%.
En el caso de la banda ancha móvil (BAM), por 2 GB de descarga de datos, México se encuentra en los primeros 10 lugares por el costo de este servicio con un nivel de $18 dólares PPA, en la métrica de la ITU.
Esta caída de precios se debe a un cúmulo de factores que abonaron a lo largo de la década como ciertas determinaciones legislativas y regulatorias como la fijación tarifas de interconexión asimétricas, la prohibición de discriminación de precios dentro y fuera de las redes de origen, así como la eliminación de la larga distancia y el roaming nacional.
Sin duda, la incursión y consolidación de operadores (e.g. AT&T y los OMV) también impulsado esta trayectoria descendente de precios. Todo ello, en beneficio de los usuarios, hogares y empresas de nuestro país.
Si bien es importante reconocer esta caída en precios, también es importante señalar que el sector tiene mucho problemas estructurales, siendo el mayor de ellos la alta concentración por parte de un solo jugador, América Móvil.
De no atajar este problema, se corre el riesgo de regresar a ser uno de los países más caros del mundo, como lo fuimos hace 10 años, pues el resto de los países no cuenta con una concentración como la de México y se encuentran intensificando la competencia mejorando la calidad, precio y cobertura de los servicios día tras día.
El mundo avanza y no nos van a esperar a que resolvamos nuestros problemas.