23 de Noviembre de 2024

DESDE AFUERA / Dos procesos; dos candidatos / José Carreño Figueras

columnas heraldo

 

Aunque apenas en sus primeros escarceos, la campaña presidencial estadounidense de 2024 está tan marcada ya por procesos judiciales como por las divergencias entre los principales posibles, o probables candidatos.

Los escándalos judiciales que pueden afectar la situación de los aspirantes son en especial los procesos contra el expresidente Donald Trump, y contra Hunter Biden, hijo del presidente Joe Biden. Justos o no, reflejan la polarización política en el país.

En el caso de Trump, debe enfrentar acusaciones por problemas fiscales en el estado de Nueva York, pero también cargos federales por su indebido manejo de documentos secretos ya fuera de la Presidencia; posiblemente por su intento de presionar a funcionarios estatales para alterar el resultado de las elecciones presidenciales en Georgia y, por supuesto, acusaciones de nivel federal por su posible participación en el intento de asonada del 6 de enero de 2021.

Es probable que al menos dos, si no más, de esos juicios se realicen durante el primer semestre de 2024, durante la crítica temporada de elecciones primarias en el Partido Republicano.

Trump, sin embargo, parece estar en un cómodo liderazgo respecto a sus competidores por la nominación presidencial, con alrededor de 49% del apoyo de los militantes del partido frente a apenas 16 % de su principal rival, el gobernador de Florida Ron DeSantis, de acuerdo con una reciente encuesta de la empresa Echelon. Otra organización, Quinnipiac, encontró resultados similares, 54 a 25%. La posibilidad de que sea declarado culpable en uno o más de los procesos en su contra puede tener un impacto sobre votantes indecisos y endurecer la convicción de quienes lo rechazan.

En el caso del presidente Biden, se trata de las acusaciones por evasión de impuestos contra su hijo Hunter y sospechas asociadas respecto a su trabajo con una empresa de Ucrania.

En al menos un intento de forzar las cosas, algunos legisladores republicanos han asegurado que hay grabaciones en las que se escucha al entonces vicepresidente y ahora mandatario dar apoyo verbal a las cuestionables propuestas de negocios. La implicación es que Hunter participaba, con conocimiento y apoyo explícito de su padre en un esquema de corrupción. El tema de la presunta participación de Biden padre no es tan claro, pero el influyente sector derechista republicano cree estar en posición de exigir un juicio constitucional contra el Presidente.

El hecho es que es posible que la próxima campaña presidencial estadounidense sea realizada por dos sujetos con acusaciones de participación en actos criminales y que es igualmente factible que un pájaro de cuenta regrese a, o se quede en, la Casa Blanca. Qué consecuencias pueda tener esa consideración es materia de especulación, especialmente en un país tan polarizado como EU. Al menos parte de los estadounidenses no estarán cómodos bajo un gobierno encabezado por alguien al que consideran un delincuente.

POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS