Se cumplen 494 años de su fundación en la congregación de Barragantitlán.
Martín Cruz
Ixhuatlán del Sureste, Ver.
Este miércoles 8 de junio se celebra el 494 aniversario de la fundación de la Villa del Espíritu Santo en la congregación de Barragantitlán, comunidad perteneciente a Ixhuatlán del Sureste, donde a decir de los pobladores, es un lugar histórico y legendario, pero sin embargo las autoridades lo mantienen en el abandono.
A decir de sus habitantes, históricamente es una zona donde los españoles encontraron oro, pero en la actualidad la realidad que vive la congregación Barragantitlán es opuesta al sueño acariciado de Cortés por aumentar sus dominios y por ende obtener mayores riquezas.
A 494 años de su fundación, la comunidad carece de lo más indispensable para sobrevivir: el agua potable, a pesar de que paradójicamente colinda con el río Coatzacoalcos. Se habla de 346 habitantes que obtienen agua por medio de un pozo artesano, mismo que fue construido hace tres administraciones municipales.
Los vecinos de Barragantitlán solo reciben el agua por las mañanas, tiempo que debe aprovecharse para el llenado de recipientes y tinacos, siendo esta la única opción con la que pueden desarrollar muchas de sus actividades. Desde luego, cada familia debe aportar la modesta cantidad de 100 pesos, recurso con el cual cubren los servicios de la persona encargada de abrir y cerrar la bomba y atender algún desperfecto en el equipo.
Si en algún momento fue este un espacio captado por las tropas españolas e indios obedientes que tenían la encomienda de urbanizarla, hoy en día cada habitante hace lo humanamente posible para sobrevivir. No existe una actividad en específico. La fuente de trabajo se divide. Hay quienes lograron una plaza en la industria petroquímica, otros, vacantes en las compañías de la zona. Viven del comercio, restaurantes o tiendas improvisadas. Son pocos los habitantes que aún dedican el tiempo a la pesca y salen a comercializar mojarras, camarones, entre otros.
Barragantitlán es frecuentado por personas de las localidades más cercanas, y en especial por las autoridades de los municipios de Coatzacoalcos e Ixhuatlán del Sureste, que cada 8 de junio, desde 1972, se hermanan para rememorar la fundación de la Villa del Espíritu Santo y su relación con Quetzalcóatl.