Martín Cruz
Nanchital, Ver.
La escasez de medicamentos y la falta de médicos con alguna especialidad en las instituciones de salud de esta localidad, ponen en serios apuros a la ciudadanía ante una emergencia.
A pesar de que Nanchital ha tenido sus momentos de gloria con el auge petrolero, la llegada de otras empresas en los últimos años, y el crecimiento de su población y las nuevas generaciones de profesionistas, aún sigue careciendo de mejores servicios de salud y se enfrenta a la terrible burocracia en las pequeñas clínicas y hospitales de este municipio, que ante una urgencia el paciente es canalizado a otras filiales, lo que hace más tardada la atención.
A decir de la ciudadanía, quienes no cuentan con los recursos económicos y no reciben la atención adecuada en las clínicas donde son derechohabientes, deben “rifárselas” a través de servicios particulares como los consultorios de las farmacias llamadas de similares, donde los médicos generales les prescriben medicamentos que no llegan a curarlos o el proceso es muy tardado, pero deben esperar porque no les queda de otra.
Esto orilla, a que acudan a mejores servicios de salud particulares con especialistas en Coatzacoalcos y Minatitlán, ya que además se ha observado que Nanchital no cuenta con médicos dedicados a atender determinados padecimientos; predominan médicos generales, dentistas, odontólogos, un pediatra y uno o dos ginecólogos. Si el ciudadano requiere de un oftalmólogo, alergólogo, internista, nefrólogo, un dermatólogo, gastro, etc, debe acudir a otra ciudad a recibir el diagnóstico.
Instituciones como Cruz Roja, han perdido credibilidad, la gente ya no apoya, porque cuando se requiere de una urgencia y el paciente no cuanta con los recursos económicos para pagar la consulta, no recibe la atención. Aunado a ello, los médicos que ahí laboran no se capacitan, e inclusive han llegado a ofrecer diagnósticos erróneos.
Gente vulnerable que no tiene recursos para recibir un tratamiento adecuado, ve una luz en las brigadas médicas, que visitan colonias con unidades de mastografía y otros servicios, cuando se detecta alguna enfermedad de consideración, son canalizados a otras clínicas, pero en ocasiones no siguen el tratamiento al pie de la letras porque éste es costoso.