Darío Benedetto y Oribe Peralta fueron los autores del triunfo azulcrema
Las Águilas pusieron fin al paso invicto que tenía el cuadro de la Bell Airosa
AGENCIAS
Pachuca
Ignacio Ambriz tendrá tres días para espirar después de dos semanas bajo presión por el par de derrotas al hilo en el arranque de la Liga.
Gracias a un error de Hugo Rodríguez dentro del área, Nacho y las Águilas consiguieron su primera victoria del Apertura 2015, en la casa de los Tuzos del Pachuca, quienes se mantenían como uno de los mejores equipos en el inicio de la temporada.
No fue su mejor partido, pero América supo aprovechar una jugada que parecía moriría con un despeje de Rodríguez. Sin embargo, el central dejó pasar la pelota en un centro de Rubens Sambueza y Darío Benedetto llegó a la cita para sólo empujarla al fondo de la portería.
Los de la Bella Airosa tuvieron el dominio del esférico, fueron amos de su territorio, pero no pudieron con una defensa azulcrema bien ordenada. Que en nada se pareció a la de las dos primeras jornadas, donde recibió siete goles.
La presión no cesó, América aguantó sin pasar muchos problemas los tímidos embates del cuadro local, que cuando mejor jugaba y cuando parecía que el empate llegaría, se vio sorprendido con una jugada a contragolpe.
Oribe Peralta terminó una jugada que arrancó por la banda izquierda. El "Cepillo" se barrió en busca de la pelota que parecía larga y cómoda para Óscar Pérez, pero la fuerza con la que llegó, ayudó para superar la atajada del portero local y poner el 2-0 en el electrónico.
Ya sobre el final del juego, y en una excelente jugada de Rubens Sambueza, Peralta volvió aparecer para cerrar el juego y el marcador.
Sambueza peleó una bola por la banda derecha, se la ganó a Aquivaldo, y tocó para el delantero lagunero quien entró al área, se quitó al "Conejo" y con un remata de derecha la mandó a guardar entre las piernas de Rodríguez para poner el 3-0 definitivo.
El gol lo gritó con fuerza Peralta y en la banca Ambriz, que llegó a este duelo necesitado de un buen resultado, para apagar las críticas que había generado su equipo en las primeras dos fechas.