Agencias
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A la planilla mayor del Pumas no le gustó la forma en la que la porra se hizo sentir antes de su partido ante Puebla, donde pidieron la salida de la directiva y del actual entrenador. Incluso, corretearon el autobús del equipo, el cual les dio la espalda e ingresó por otro lado al estadio. Ahora, en busca de boletos para el partido entre América y Pumas, los directivos optaron por no venderle boletos a este grupo de animación por los hechos de dicho domingo. Uno de los líderes compartió, desde el anonimato para su seguridad, el cómo sucedieron las cosas desde que se manifestaron.
“Sabemos que son las consecuencias de nuestros actos, pero primero están los colores antes de un poco o nulo beneficio que nos dan. Queremos claridad y un equipo que compita, porque siempre dicen que no tienen dinero, pero no explican lo que hacen con él. La gente está enojada y sólo se los hicimos saber, pero se lo tomaron como agresión. Ahora nos dieron la espalda con los boletos”, mencionó uno de los líderes.
Aunque la porra intentó tocar la puerta del estadio Azteca para la venta especial de entradas, les mencionaron que necesitaban la carta emitida por el Club universidad para facilitarles la venta de entradas, lo que sí sucedió con otros grupos de animación del equipo auriazul. Ahora, la parcialidad auriazul deberá recurrir a la venta por el sistema de Ticketmaster y no contará con la venta especial que se da a través de los equipos involucrados.
“No nos dieron respuesta y fuimos a tocar la puerta del América. Se portaron muy amables con nosotros, pero nos dijeron que necesitaban la carta del club en la que soliciten la atención a sus grupos de animación. Incluso sabemos que mandaron un correo en el que les pidieron no vendernos, pero el América nos quiso vender”, añadió.
La relación de La Rebel con la actual directiva y administración vive sus momentos más críticos y no se sabe aún lo que sucederá cuando regresen a la cancha del Olímpico Universitario. La fecha ya está en el calendario. Será el próximo 17 de octubre cuando tomen su lugar en el Pebetero y aún no está decidido si se manifestarán ante los malos manejos que ellos consideran, además de los pobres resultados en casi un año futbolístico.