Agencias
AFP
El presidente de la FIFA, el italiano Gianni Infantino, dijo este domingo en Chile que «es imprescindible» revisar el calendario de clubes y selecciones a nivel mundial, además de apostar de nuevo por un Mundial cada dos años.
El máximo mandatario del fútbol mundial consideró que el actual calendario agota a los jugadores por los largos viajes que deben hacer para jugar con sus equipos y combinados nacionales.
«Hoy el calendario internacional es más negativo para los sudamericanos que para los europeos, por ejemplo. Todos los jugadores juegan, o casi todos, o muchos, juegan en Europa y tienen que viajar a sus selecciones», destacó Infantino en una rueda de prensa en la sede de la Federación de Fútbol de Chile, en Santiago, junto a su presidente, Pablo Milad.
Agregó que estudios revelan que un jugador sudamericano en cuatro años viaja 10 veces más que uno europeo para jugar con su selección, lo que afecta a su salud y es determinante en comparación con los jugadores europeos al final de temporada cuando tienen que jugar un Mundial.
«Nuestra responsabilidad es asegurar que los actores principales que son los futbolistas puedan jugar en las mejores condiciones e igualdad en el mundo, sin dar ventajas a unos y desventajas a otros», indicó el presidente de la FIFA.
Infantino, que llegó a Chile el sábado desde Venezuela, y expuso de nuevo su idea de hacer un Mundial bianual y cambiar el actual cada cuatro años. «Creo que impactaría positivamente, porque a más fútbol de alto nivel hay, mejor es para todos en el fútbol», afirmó.
Ya planteada y descartada en la década de 1990, la idea de un Mundial bianual en lugar de cada cuatro años, como se disputa desde su inicio en 1930, ha resurgido en los últimos meses.
Pero la idea de jugar un Mundial cada dos años ha despertado grandes críticas.
El presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin, condenó esta propuesta a mediados de junio, juzgándola «imposible» en una entrevista con la AFP.
Para la Conmebol, un Mundial cada dos años podría «desnaturalizar» la competencia, «rebajando su calidad y minando su carácter exclusivo y sus actuales estándares de exigencia».