Por más que vecinos coloquen anuncios para evitar que sigan arrojando basura donde no deben, la desidia es el peor enemigo y obstáculo de que el sector mejore. Siguen registrándose actos delictivos la mayoría contra jóvenes transeúntes.
YANDDERITH RODRIGUEZ
Coatzacoalcos
Bien dicen, “Que no hay peor ciego, que el que no quiera ver”, y es que tras los pasados frentes fríos, la colonia Nueva Obrera, fue uno de los tantos sectores afectados por las
inundaciones, la insalubridad resulta ser el peor enemigo para más de 200 familias, pero aún más para quienes se ubican en las cercanías de los desagües, bastan unos cuantos minutos para que las aguas negras invadan las principales calles.
Sin embargo la situación amenaza con salirse de control de no evitar que las personas, incluso vecinos del mismo sector dejen de contaminar áreas prohibidas, entre estas; los canales de aguas negras, donde ya es una costumbre que ante la falta del servicio de limpia pública, arrojen grandes cantidades de basura al desagüe, provocando que este ya esté en un nivel crítico.
“NO TIRAR BASURA”
“No seas cochino, no tires la basura donde no debes”, “Si tiras basura se le dará aviso a las autoridades”, anuncios como este pueden verse en diversas áreas de la colonia Nueva Obrera, sector donde por más que sus residentes han tratado de erradicar los problemas de insalubridad, no han tenido éxito.
El problema principal, es la desidia, de algunos vecinos de la colonia, quienes a pesar de que también resultan afectados por los problemas de contaminación, son un detonante más de esta situación.
“Tiran basura donde no deben, algunos vecinos vigilamos en el día, pero el problema es en la noche, vienen en sus carros y así sin bajarse, tiran cuanta cosa, y no se vale, que mientras unos tratamos de limpiar, otros busquen perjudicarnos”, dijo doña Ana Romero, vecina del sector.
Manifestó que ser representante de sector es un arma de doble filo, anteriormente se suscitaron actos de represalias por aquellos que buscaban guardar el orden en la colonia, ya que el pandillerismo y delincuencia, siguen atemorizando a los residentes.
Por ahora no hay un jefe de manzana que guíe los problemas hacia una solución, son los propios vecinos, los que tratan de resolver las quejas que por años han acaparado al sector.
“Se necesitan muchas cosas en esta colonia, no solo es de pavimentar las calles, también hace falta que nos compongan las luminarias, que nos den más seguridad, porque los fines de semana no se puede ni salir a las calles, es peligroso”, dijo.
FUERA DE CONTROL
En momentos en que las precipitaciones no cesan la colonia Nueva Obrera se ve afectada severamente, bastan unos cuantos minutos para que las zonas bajas queden inundadas, y los desagües lleguen a su nivel crítico.
En la zona las enfermedades más comunes y que afectan a los residentes, son las infecciones respiratorias y gastrointestinales, pero quienes más peligran son los menores de edad, que al jugar descalzos sobre algunas calles aun sin pavimentar son víctimas de infecciones en la piel.
A esto se suman los problemas de falta de servicios básicos y domésticos, debido a que algunas calles quedan incomunicadas al estar en pésimas condiciones, lo que evita que los residentes puedan disponer de estos.
“Hay calles donde ni si quiera han rellenado los hoyancos, ahí jamás entran las patrullas y es donde se esconden los maleantes, hay muchos lugares que son peligrosos, peor en la noche cuando no se ve nada, porque hasta las luminarias dejaron de funcionar”, agregó.
En cuanto a la situación delictiva, aún siguen registrándose actos vandálicos y robos a comercios cercanos, ´pero lo que más preocupante es que las agresiones contra jóvenes transeúntes sigue siendo uno de los delitos frecuentes en la colonia, por lo que piden mayor patrullaje durante la noche, hora en que para los habitantes es el toque de queda.
